lunes, 28 de junio de 2010

CINE DE AUTOR: AMOR SIN ESCALAS

TÍTULO ORIGINAL: Up in the Air
AÑO: 2009
DURACIÓN: 109 min.
PAÍS: E.U.
DIRECTOR: Jason Reitman
GUIÓN: Jason Reitman, Sheldon Turner (Novela: Walter Kirn)
MÚSICA: Rolfe Kent
FOTOGRAFÍA: Eric Steelberg
REPARTO: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman, Tamala Jones, J.K. Simmons, Danny McBride, Chris Lowell, Zach Galifianakis, Steve Eastin
PRODUCTORA: Paramount Pictures / Hard C / The Montecito Picture Company
WEB OFICIAL: http://www.theupintheairmovie.com/
GÉNERO: Comedia. Drama.


“tu solo eres un paréntesis en mi vida”
-Alex justificando por que su relación con Ryan no puede funcionar


Es de agradecer que haya tipos comprometidos como Jason Reitman, realizador que de algún modo subsiste en el oscuro medio que es Hollywood tomando de este los recursos necesarios para crear su obra, lo que trae como consecuencia que el director venda sus cintas como productos comerciales, mas sin embargo dentro de ese contexto estas llevan consigo un discurso bastante mordaz e inteligente sobre la situación de la sociedad norteamericana (Gracias por Fumar o Juno), y por ende son más que pura evasión o divertimento vacío.

Por esa razón, Amor sin Escalas (que sería más acertado "Arriba en los Aires") no es la excepción a esta regla, en la corta pero solvente filmografía del realizador norteamericano, donde personajes de moral ambigua son los antihéroes de estas historias.

Ryan Bingham (George Clooney) es un tipo que tiene uno de los empleos más miserables (¿o? tal vez no) que uno pueda imaginar, trabaja como asesor de una empresa multinacional, la cual a través de hombres como el, se dedican a viajar durante casi todo el año para despedir gente en infinidad de empresas por todos los estados del país de las barras y las estrellas. Ryan (Clooney) diariamente toma entre dos o tres vuelos para transportarse de un estado a otro y cumplir su labor, por tal motivo somos testigos de las diferentes reacciones de la gente a la que nuestro protagonista da la horrenda noticia, algunos sueltan en llanto, otros tantos se encabronan, y unos pocos aceptan el hecho con desesperanza.

Sin embargo Ryan siempre se percibe frío, además que tiene bastante experiencia para afrontar las diversas reacciones de los afectados, incluso, al final de cada sesión el hombre les vende la idea a los pobres individuos que se han quedado sin un futuro, que las cosas marcharán mejor, que estos acontecimientos son una mejora en sus vidas (razón suficiente para carcajearse, como a un servidor le paso, ya que desde los primeros fotogramas vamos descubriendo que la cinta goza de un mordaz sentido del humor).

Asi mismo, también podemos constatar que el solitario hombre, la mayor parte de su vida se halla en los aeropuertos, arriba de algún avión y en hoteles de cinco estrellas, cosa que no le desagrada, ya que contar con una familia, hijos, incluso una mascota, harían que su filosofía de vida se viera coartada.

Empero, cuando Ryan (Clooney) regresa a su base de operaciones, es convocado a junta por su jefe, Craig Gregory (un inquietante Jason Bateman) para explicarle a el y los demás empleados que se implementará una nueva modalidad para despedir gente, la cual es obra de una nueva chica que ha llegado a la empresa con nuevas ideas, ella es Natalie Keener (Anna Kendrick) la cual argumenta que sería más económico y fácil darle las gracias a las víctimas por Internet (jajajaja, de nuevo un negro sentido del humor, pero también un discurso muy puntual y en ocasiones hasta sórdido) ya que con esto la empresa se ahorraría millones de dólares en pasajes de avión, seguros de vida, etc, etc.

Y es aquí donde comienza el verdadero traslado existencial de nuestro protagonista, que junto a una joven e idealista aprendiz (Anna Kendrick) enfrentará las consecuencias de vivir sin compromisos, sin vínculos emocionales, sin consecuencias. Como bien dice el propio Ryan (Clooney) en sus conferencias de superación personal (usando la metáfora de la mochila) hay un momento en la vida donde uno tiene que decidir si vaciarla o cargar con todo lo que lleva dentro.

El mérito más grande en la historia que firma el propio Reitman y Sheldon Turner, es que las situaciones y personajes estan retratados de manera muy natural, tanto que se vuelven muy realistas, lo que provoca, como he mencionado con anterioridad, contextos de un humor bastante negro, pero a su vez un tanto punzantes lo que incita en el espectador diferentes tipos de sensaciones y aunque yo he reído la mayor parte de la proyección, debo confesar que al final de la cinta me ha quedado un sabor agridulce.

Asi mismo la triada de personajes centrales (que interpretan de manera más que correcta Clooney, Farmiga y Kendrick) son el eje principal de la historia, por lo que ninguno se siente sobrado, al contrario se complementan, se afectan entre si, se transforman emocionalmente conforme avanza la trama. Incluso la relación amorosa que surge entre Alex (Vera Farmiga) y Ryan (Clooney) que en momentos podría rozar los convencionalismos del género, al final da un giro (que se intuía) para asestarnos una cachetada y recordarnos que no estamos viendo una cinta común y corriente, ya que sus personajes gozan de una moral bastante oscura.

Por otra parte me gustaría resaltar la labor de Jason Bateman, actor secundario que ya ha trabajado con Reitman en otras ocasiones, el cual aporta un trabajo solvente aunque sus papeles sean un tanto cortos, aquí logra transmitir la perversidad con la que cuentan los altos mandos de las grandes empresas, los cuales ven a las personas como simples objetos intercambiables.

Para finalizar debo decir que disfrute de sobremanera Amor sin Escalas (aunque el titulo resulte algo engañoso) ya que su discurso funciona de manera correcta en estos tiempos turbios donde la sociedad se ha vuelto más cínica e impersonal.

1 comentario:

  1. Así es la vida: un día tienes empleo y al otro quien sabe. La vida está tan infectada de tales incertidumbres que resulta impactante que un cneasta con formación gringa se aviente el paquete de desarrollar un relato en bis humor negro de semejante escollo existencial. El resultado es una brillante cinta que, al igual que usted Sr. G. me ha hecho reir a mares con las desventuras agridulces de Clooney y compañía quienes emprenden una road movie [¿O es air movie?] de autodescubrimiento de rigor y donde literalmente los personajes tarde o temprano se bajan de su nube. Las actuaciones son por demás notables y lo sorprendente es el uso [según el propio Reitman en el comentario del DVD] de personas genuinas que fueron despedidas en algún momento y a quienes se les solicitó que recrearan ese momento, por lo que su participación en insertos es de lo más dramático y real del filme [hubiera sido más llevadero si supieran que existe El Rincón de Harrison ¿No creen?]. Total, la cinta es maravillosa y oscura como toda obra de humor contemporaneo debe ser, con un final coherente y que debe verse rigurosamente ahora que el PRI nos va a gobernar de nuevo. Ya saben, por aquello de la incertidumbre...

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