viernes, 27 de agosto de 2010

CINE DE CULTO: THE EVIL DEAD

Titulo Original: The Evil Dead
AÑO : 1982
DURACIÓN: 86 min.
PAÍS: E.U.
DIRECTOR: Sam Raimi
GUIÓN: Sam Raimi
MÚSICA: Joseph LoDuca
FOTOGRAFÍA: Tom Philo
REPARTO: Bruce Campbell, Ellen+Sandweiss, Betsy Baker, Hal Delrich, Sarah York
PRODUCTORA: Renaissance Pictures
GÉNERO Y CRÍTICA: Terror. Fantástico. Thriller. Gore

Últimamente he tenido problemas para seleccionar que cinta ver en el cine, se los juro vivir en Aguascalientes de repente es un martirio, entre el estreno retrasado de cintas más o menos interesantes (los piratas ya tenían Hombres de Mentes hace semanas y en calidad dvd) o pendejaditas como No eres tu soy yo (Alejandro Springall, 2010. si con Eugenio Derbez) hacen que las opciones se vuelven nulas, pero este fin de semana veo a toda costa Inception, antes de que la quiten de cartelera.

Por tal motivo, el mejor remedio para esto es recurrir a buscar viejos titulos en formato casero, es por eso que me di a la tarea de escudrillar mis dvds y me encontre de nuevo con la magnifica The Evil Dead, cinta que es de revisión rigoroza para un servidor por lo menos una o dos veces por año, ya que es como un antídoto hacia las recientes e insipientes propuestas en el genero de horror actual.

Es por eso que al ver la mencionada cinta, recorde que el año pasado (noviembre para ser más exacto) mi amigo George y yo fuimos a una proyección que se realizo en el panteón de la Salud con motivo de celebrar la segunda edición del Festival Aguascalentense sobre cine de horror llamado "Posmortem", con motivo de las festividades del día de muertos y debo decir que la experiencia fue satisfactoria, ya que mucha de la gente que asistió al evento no sabia ni lo que iba a presenciar (algunos ni conocían la cinta), expresiones como ¡no manches! o ¿eso que? hicieron que su servidor tomará las cosas con una perspectiva jocosa, y pude constatar que mucha de las veces la gente no tiene ni puta idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en sus diversas expresiones.

Pero bueno, la historia nos cuenta sobre un grupo de jóvenes que deciden pasar un fin de semana en una cabaña en medio del bosque, para descansar y pues practicar el mete saca (jajajaja). Lo que no saben es que dentro del mismo, existe un libro hecho de carne humana llamado El Necronomicon, el cual lleva siglos sin ser descubierto, y que tiene la facultad de despertar a varias entidades demoniacas si se osa leer algunos de los pasajes de este.

Sin embargo la imprudencia de uno de los chicos, Scott (Richard DeManincor) hace que los demonios despierten de su letargo, ya que este fulano descubre en el sotano dicho libro, asi como varios apuntes que indican que el tío de una de las chavas y compañeras de viaje, se encontraba investigando sobre el Necronomicón.

Es por tal motivo que uno a uno, los chicos se iran convirtiendo en huéspedes de los demonios y se iran matando entre si, solo nuestro protagonista Ash (Bruce Campbell) tendrá la audacia de sobrevivir y como último recurso, contar con la sangre fría para despacharse a sus compañeros, incluyendo a su novia (pues todos llevan al Demonio dentro, jajaja) para sortear tan horribles acontecimientos.

En si la premisa podría parecer nada original, pero lo realmente interesante es el desarrollo de la misma, ya que Raimi rompe varios cánones en el género de terror, con algunos elementos que podemos encontrar en las cintas de terror como son: chicos que solo quieren divertirse, se embriagan y tiene sexo, razón por la cual son castigados por su falta de criterio ante situaciones extraordinarias, esto quiere decir que la mayoría de las veces en otras propuestas del género, los personajes por lo general toman decisiones bastante estúpidas y solo están para ser carne de cañón, pero Raimi, como mencionaba da una desconstrucción de esos elementos y aunque algunos personajes son meros arquetipos, el uso de vueltas de tuerca, asi como el constante uso del suspense, logran que la cinta sea un vaivén de emociones, donde en un principio no sabremos quien morirá primero y quien después.

Por tal motivo, en Evil Dead los protagonistas son chavos (2 hombres y 3 mujeres) y efectivamente quieren divertirse, tener sexo, pero cuando son atacados por los demonios, estos se encuentran en sus cinco sentidos y no actúan como orates (aunque provocan el despertar de los demonios por bromistas), también en los momentos de más tensión y miedo Raimi inserta dosis de humor negro para relajar un poco al espectador y de nuevo mete el acelerador con su cuota de sustos. Por tal motivo la narrativa es fluida y no permite que el espectador se distraiga.

Por otra parte el apartado visual que crea el director norteamericano es genial, ya que este es lúgubre y mal sano en todo el desarrollo de la cinta (el cual remite a lo que Lovecraft plasma en su obra), gracias a su efectiva puesta en escena apoyado en la iluminación y la banda sonora que por momentos se vuelve juguetona y muy tensa.

Asi mismo no hay que olvidar el manejo de cámara que hace Raimi, el cual nos entrega unos paneos, encuadres y tomas bastante originales (como la primera toma continua que nos presenta la persecución del Demonio al pobre de Ash a través de la casa para desembocar en el bosque, genial), esta propuesta plástica brinda de frescura y fluidez a la cinta, y nos demuestra que su director conoce bien su oficio.

Otro punto favorable es la caracterización de los jóvenes cuando han sido poseídos por los demonios (con humor negrísimo), ya que los efectos de maquillaje empleados asi como el gore empleado son geniales y hacen al film bastante divertido (si se puede decir). Incluso y aunque la producción cuenta con escasos recursos económicos, las prótesis de látex y alguno que otro efecto hecho netamente en stop motion, dotan al film de un aire ochentero bastante rico, organico, sin artificios como ahora sufren algunos productos actuales.

Ahora bien, los actores cumplen bien con sus interpretaciones pero sin lugar a dudas sobresale un joven Bruce Campbell, el cual lleva la cinta a sus espaldas, entregando escenas memorables como cuando pelea contra sus compañeros ya poseídos. Incluso y aunque Campbell aqui se encuentra más contenido que en la posterior secuela (Evil Dead 2, 1987) ya mostraba su gran personalidad, carisma y sobre todo si vis cómica, aspectos que lo convirtieron en una leyenda viviente del género.

Es increíble que después de 27 años la cinta siga sorprendiendo (con todo y que sus aspectos técnicos ya se noten un tanto caducos), ya que el público que asistió a la proyección era muy variado, personas mayores y muchos púberos (los cuales no sabían lo que iban a presenciar) escenas como la violación de las ramas a una de las protagonistas hicieron que un sector del público abandonara la función, jajajaja.

O casi en su clímax final cuando supuestamente había muerto uno de los demonios y este se levanta, algunas adolescentes gritaron del susto (genial, que se puede esperar de niñatas que creen que Robert Pattinson es la representación de un vampiro, jajaja ) mientras mi amigo y yo reíamos a carcajadas. The Evil Dead sigue siendo una gran película (de culto por supuesto) que aun causa muchos sustos y risas nerviosas al visionarse, además desde mi humilde punto de vista es un parte aguas en el género, demostrando además que no se necesitan grandes presupuestos para lograr un buen film, si no creatividad, perseverancia y sobre todo honestidad hacia lo que se esta haciendo.

¿Qué siguió después? la cinta fue un éxito, lanzaría a la fama a su director y su actor principal, desembocando en dos secuelas más desmadrosas y divertidas (la segunda toda una orgía de gore y humor negro), que harían a Bruce Campbell pasar a la inmortalidad con su famoso personaje llamado Ash y pondría los reflectores de Hollywood sobre Sam Raimi, tal vez para desgracia del autor, ya que de algun modo este perdió la frescura que lo caracterizó en sus primeras obras, pero eso ya es otra historia.

1 comentario:

  1. Es indudable la importancia que dicha cinta tiene tanto en la filmografía del entonces cojonudo y arriesgado Raimi como en la historia de la cinematografía en general, ya que sus arriesgados encuadres, movimientos de cámara, efectos gore pasados por engrudo y personajes acartonados pero paradójicamente bien actuados lograron arrancar más de un grito entrecortado a los estirados jueces del festival de Cannes cuando se presentó en la sección Un Cértain Régard, provocando estruendosos aplausos al término de la proyección [y como no, si la estelariza ese semental del ejercicio histriónico que es Bruce Campbell, seguro heredero de los mitos Norrisianos]. ``El Despertar del Diablo´´, título con el que se conoció en nuestro bicentenariado país a esta joya del celuloide más barato, llamó la atención de las entonces vírgenes pupilas ochenteras de su servidor cuando ví por vez primera el horripilante cartel que mostraba el close up de una de las chicas poseídas. Por supuesto, había que verla. Pero para ello tuve que esperar a que mis padres ingenuamente la rentaran en el formato Beta porque el boletero simplemente me corrió, argumentando que la cinta no era para niños...y tenía razón, ya que cuando por fin inserté la anhelada cinta en mi reproductora Sony de 4 cabezas cuando mis padres dormían, me topé con una orgía gore, macabra y grotesca que en nada se parecia a la elegante ejecución sobre posesión demoniaca que me resultaba familiar por cortesía de Friedkin y co. . Inevitablemente, perdí el sueño un par de días y despertó una fascinación que se transformó en adoración. Ahora la veo religiosamente por lo menos una vez al año en programa doble con la jocosa y despatarrada secuela, la cual también alcanzará la gloria absoluta cuando se vea reseñada en El Rincón de Harrison. Larga vida al LIbro de los Muertos.

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