lunes, 16 de agosto de 2010

KRYSZTOF KIESLOWSKI: NO MATARÁS

TÍTULO ORIGINAL: Krótki film o zabijaniu
AÑO: 1988
DURACIÓN: 85 min.
PAÍS: Polonia
DIRECTOR: Krzysztof Kieslowski
GUIÓN: Krzysztof Kieslowski & Krzysztof Piesiewicz
MÚSICA: Zbigniew Preisner
FOTOGRAFÍA: Slawomir Idziar
REPARTO:Miroslaw Baka, Krzystof Globisz, Jan Tesarz
PRODUCTORA: Film Polski
GÉNERO: Drama

Bueno, después de degustar material tan jocoso y liberador como la cinta de Chuck Norris (¡eres grande hombre!) la Furia Silenciosa, pues tuve la necesidad de revisar la obra de algún director, de esos que entienden el lenguaje cinematográfico y lo usan no solo para contar historias si no también para trascender a través de este. Y asi fue, una madrugada aproximadamente a la cinco de la mañana me di cuenta que no podía conciliar el sueño y fui directamente al mueble donde tengo mis dvds y pense, ok debo aprovechar este tiempo y que mejor que ver algo de la obra de Kieslowski, ya que este señor no tiene miramientos hacia el espectador que se atreve a revisar sus filmes, ¿la razón? estos gozan la mayoría de las veces de un discurso ideológico bastante duro y en ocasiones muy doloroso, pero sin dudas muy humano.

En este caso, No Matarás nos cuenta la historia de tres personajes: el primero es un taxista, Jan Tesarz (Waldemar Rekowski) un hombre que se encuentra una mañana lavando su auto para comenzar su labor diaria detrás del volante. Este sujeto es abordado por una pareja que pide sus servicios, sin embargo este lejos de atenderlos de manera cordial les contesta de forma defensiva y les dice que esta lavando su unidad, que en cuanto acabe los llevara. La pareja espera mientras el mal encarado taxista termina de realizar sus labores.

Empero cuando el taxista termina de asear su carro lejos de avisar a sus potenciales clientes prende el auto y se aleja del lugar, incluso ofrece sus servicios a una joven mujer que pasa por ahí, pero esta lo manda a volar. Con esta secuencia podemos percibir ya de entrada un poco la psicología de este personaje, el cual se nos muestra como un sujeto un tanto despreciable y poco honorable.

El segundo personaje y eje de la trama es: Jacek Lazar (Miroslaw Baka) un joven que se encuentra recorriendo las calles de su ciudad (Polonia) sin destino alguno, sin un objetivo concreto aparentemente, de hecho el recorrido de este lo hace parecer un fantasma, ya que asistimos como en ocasiones se topa con multitudes (un grupo de chicos que celebran que su equipo de fútbol haya ganado) y este pasa desapercibido, este hombre es hasta cierto punto un marginado social, ya que las escenas donde aparece, rodeado de tanta gente nos reflejan lo solo que uno se puede sentir, aun cuando estemos inmersos o pertenezcamos en una sociedad civilizada, la cual a final de cuentas por sus reglas o normas termina por excluir al hombre y peor aun, lastran su humanidad haciendo de estos gente de diferentas categorías sociales.

Y por último conocemos a Piotr Balicki (Krzysztof Globisz) un joven abogado que se encuentra realizando su examen profesional para poder litigar e ingresar al mundo real, donde librar batallas y luchar por la justicia social. De hecho el joven defiende su tesis con entusiasmos (claro también con fundamentos) y es aprobado, ahora ya forma parte de ese gremio tan selectivo como es el de la abogacía. Ahora pues hemos conocido a estos sujetos y sus motivaciones, por lo que uno se preguntará ¿que conexión tienen estos seres tan diferentes entre si en la historia? la respuesta es un cruel asesinato.

Efectivamente, Jacek Lazar (Miroslaw Baka) dentro de su agonia existencial, la cual conforme avanza la trama nos percatamos que es un grito de desesperación (ya que el sujeto esta lleno de carencias afectivas) termina, sin razón aparente por encontrarse con el taxista (Jan Tesarz) para quitarle la vida. Sin embargo lo más perturbador es sin duda la frialdad con la que primeramente, Jacek planea de manera meticulosa el artero crimen para después llevarlo acabo.

Esto provoca que el crimen sea descubierto cuando Jacek, lleve el auto para presumírselo a su novia sin saber que esta conocía al hombre (pues es la mujer que aparece al inicio de la cinta cuando Rekowski lava su auto y le ofrece sus servicios) razón por la que la mujer denuncia a este para ser encarcelado y juzgado a la pena máxima: la muerte.

Por tal motivo Piotr Balicki (Krzysztof Globisz) nuestro joven e inexperto abogado será el defensor de oficio de Jacek, el cual verá como utilizando todos sus recursos legales e ideológicos para salvar de la pena de muerte a su cliente, estos quedarán reducidos a simples utopías morales. Razón para que el propio Balicki cuestione a través de este caso la estructura social, moral e incluso legal de las instituciones que velan por nuestra seguridad, ya que aunque somos testigos del crimen que cometió el joven Jacek, el castigo parece por demás paradójico, además de que como sentencio el propio juez, este caso debe servir de ejemplo ante la sociedad para que eventos de esta índole no se repitan jamás. Que además si uno lo analiza esto es por demás absurdo, ¿cuantos asesinatos a sangre fría son cometidos al año en varios países primermundistas? donde ni siquiera la pena de muerte baja dichos indices.

Con esta cruda historia el director polaco nos asesta una cachetada en el rostro para despertarnos a una dura realidad, donde se expone sin miramientos la violencia inherente de la que goza el ser humano, por tal motivo no es gratuita la larga y explícita secuencia del asesinato del taxista a manos del desquiciado joven (dura aproximadamente 20 minutos). Esta no podía ser retratada de otra forma, en ella las imágenes por más shockeantes que parezcan no buscan la reacción morbosa del espectador, si no la concientización del mismo.

Mención aparte merece el apartado visual de la cinta, la cual gracias a una excelente fotografía en ocres y verdosos, asi como unos efectos de iluminación bastante correctos, logran que la cinta se vuelva casi una metáfora, pues su atmósfera casi onírica nos transmite las sensación de estar inmersos en un sueño o mejor dicho, una pesadilla. Por otra parte, encontraremos elementos o símbolos que reflejan la psicología de los personajes, por ejemplo el gato muerto que ve el taxista colgado de un poste, sin saberlo le avisaba su pavoroso futuro o la fotografía maltratada de la hermana difunta de Jacek , la cual siempre lleva consigo y decide ir a restaurar a un estudio fotográfico no es más que el reflejo del quiebre y dolor emocional que sufre el chico. Y finalmente Kieslowski no alarga demasido el relato y toca los puntos medulares del mismo, para amarrar un discurso despojado de maniqueismos.

Asi que señoras y señores, no dejen pasar la oportunidad de revisar esta obra cinematográfica, la cual a mas de veinte años de haber sido gestada sigue vigente tanto en fondo como forma (discurso ideológico y plástica visual) y nos viene a recordar que su creador era de esos tipos que si sabían hacer cine puro. Por cierto, aquella oscura madrugada cuando comencé a ver esta grandiosa cinta, se convirtió en una despejada mañana sabatina la cual decidí comenzar con el pie derecho, ya que después de visionar No Matarás uno necesita echarle ganas pues su revisión te madrea, te deja noqueado emocionalmente.

1 comentario:

  1. En serio, Sr. G. ¿Pudo visionar una cinta del brillantísimo Kieszlowski a las 5 a.m.? Mis respetos, yo a esa hora no puedo ni leer el reloj coherentemente. Pero qué bueno que lo hizo, porque así pudo presentar en su blog esta obrita maestra del finado cineasta donde, efectivamente, la angustia existencial sin jirones de ropa está a la orden del día, un asomo a los rincones inescrutables de la psique humana que se plantean con una sabiduría narrativa que solo el director polaco podía entender, ya que lo más fácil es acudir a los alegatos filosóficos o la justificación misantrópica facilona, pero de eso se trata esta cinta, una constantes carrera de obstáculos interpretativos que emula a lo mejor de Tarkovsky en el renglón de ritmo e intención con un toque de Kafka para darle sabor, amén de las atmósferas provocativas que dejan un gusto visual a melancolía y ominosidad. Un enorme trabajo cinematográfico, como todo lo que hizo Krisz, que debe apreciarse bajo el microscopio de la gnosis perceptual. Solo así podremos comenzar a entender a un gran director y a una gran cinta.

    ResponderEliminar