miércoles, 22 de diciembre de 2010

CINE DE ACCIÓN: HÉROE IMPLACABLE

TITULO ORIGINAL : Direct Contact
AÑO: 2009
DURACIÓN: 90 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Danny Lerner
GUIÓN: Les Weldon (Historia: Dannt Lerner)
MÚSICA: Stephen Edwards
FOTOGRAFÍA: Ross W. Clarkson
REPARTO: Dolph Lundgren, Gina May, Michael Paré, Bashar Rahal, James Chalke, Mike Straub
PRODUCTORA: Coproducción EEUU-Alemania; Höger Human Service Medien & Personal GmbH / Millennium Films / Nu Image Films / Second Choice Production Services International / Tosca Pictures
GÉNERO Y CRÍTICA: Acción.

¡Ah!, los ochentas y principios de los noventas, que tiempos aquellos, yo tenía aproximadamente entre 10 y 11 años, recuerdo haber descubierto gracias a mi padre el cual nos compraba a mi y mi hermano los viejos cassetes beta y vhs piratas, a Arnold Schwarzenegger, Silvester Stallone, Jean Claude Van Damme, Bruce Willis y a un tal Steven Seagal.

Todos ellos, en mayor o menor medida eran verdaderos héroes de acción, de esos que ya no existen en la actualidad. No importaba que los argumentos de sus películas fueran maniqueístas o pueriles, por ejemplo Willis, Schwarzenegger y Stallone representaban los ideales norteamericanos, eran los buenos y los rusos, orientales, afganos, etc. eran la escoria de la humanidad, esa mierda que tenia que desaparecer para que todos viviéramos felices y en paz (jajajaja).

Por otro lado, Van Damme no contaba con el status de superestrella como Arnie y Sly, así que sus películas todavía gozaban de ese aire de serie b un tanto cutre, como las del señor Seagal. Sus historias estaban llenas de clichés (héroes atormentados, policías o detectives) que cobraban venganza o se toman la ley por su propia mano. Todos ellos sin duda mostraban en sus films una violencia bastante gráfica (que se agradecía), frases sarcásticas, así como su nulo desarrollo de personajes, sin olvidar la poca capacidad interpretativa de sus protagonistas, más sin embargo todos estos elementos le daban ese sabor casposon a las producciones, las cuales no tenían mayor pretensión que entretener al respetable.

Ahora a más de veinte años, esos héroes de acción en su mayoría han desaparecido o intentan vivir un segundo aire, como es el caso de Stallone que demostró con The Expendables (2010) que todavía no ha sonado la campana para él (jajaja), por otra parte fulanos como  Steven Seagal  viven de las producciones  lanzadas directo a video (aunque esto signifique filmar la mayor mierda subnormal posible)  o como un Jean Claude Van Damme que sigue esperando otra oportunidad para volver a estrenar alguna cinta en la  gran pantalla como en sus años dorados, sobre todo por la buena acogida que recibió JCVD (El Mechri, 2008).

Toda esa nostalgia me hizo recurrir a otro intérprete menos conocido, Dolph Lundgren (Soldado Universal, Escorpión Rojo, He-Man) quien se ha forjado una carrera haciendo filmes de dudosa calidad, (también directos a video) pero sin llegar a los niveles excrementables del gordo de la coleta Mr. Seagal.

Tomando en cuenta eso, no puse muchas expectativas al visionar uno de sus  últimos trabajos llamado, Héroe Implacable, el cual desarrolla un argumento con los tópicos del cine de acción de la serie B, Mike Riggins (Lungrend) es un exmarine de fuerzas especiales que se encuentra encarcelado en la prisión más peligrosa del mundo (jajaja) la cual esta ubicada en Rusia, ahí un buen día un funcionario de alto rango de los E.U. le ofrece su libertad y unos cuantos miles de dólares a cambio de rescatar a una mujer secuestrada, Ana Gale (Gina May).

Riggins (Lundgren) acepta y en su primera investigación visita un table dance de mala muerte (nunca deben faltar mujeres bailando y enseñando las tetas) ahí buscará al jefe de la mafia, para que le diga donde puede encontrar a la chica secuestrada, acto seguido el mafioso manda a sus matones y le ponen una zurra.

Asi pues nuestro héroe después visita una tienda clandestina de armas, donde se surte de todo tipo de armamento para ingresar a la base militar, en la cual el mencionado jefe de la mafia tiene a la chica. Por cierto el dueño de la tienda le da la ubicación de la base secreta, por lo que uno se cuestiona ¿por que nuestro heroe no visito la tienda primero y se evito la madriza que le pusieron? ¡ah! es que no hubieramos vistos tetas, jajaja.

Así que Riggins se enfrentará a paramilitares, agentes que juegan en dos bandos y a la mafia rusa. Todo aderezado con un poco de humor involuntario gracias a las dolencias de su pobre guión, así como la puesta en escena, la cual tiene errores de continuidad.

Aunque el argumento me recordó un poco a un film del gran maestro Clint Eastwood, Ruta Suicida (1977) ya que comparte (plagia, homenajea llámenlo como gusten) algunas escenas como la del camión blindado. En la cinta de Eastwood, lo usa para entrar a la ciudad de Los Ángeles, en esta Lundgren hace lo mismo para entrar a la embajada de los E.U. y en los dos filmes el protagonista tiene que rescatar a la chica en apuros, pero detrás del simple rescate hay un complot con tintes políticos,  claro ni Lundgren, ni el director Lerner son Eastwood, por lo que los resultados son abismales si las comparamos.


Por otro lado, la cinta tiene a su favor la violencia mostrada, ya que los balazos que impactan personas muestran sus vísceras y sangre haciendo más realista (dentro de su concepción) el relato, por ejemplo cuando Riggins pone dentro del pantalón de su adversario una granada, esta al explotar muestra como el cuerpo es mutilado en mil pedazos, hasta se puede apreciar un brazo volando por los aires (jajaja) genial.

Asi mismo puedo decir que Lundgren a sus cincuenta y un años luce un buen físico, pero en las escenas de acción parece un poco torpe y lento, aunque se agradece que no use dobles que no se parecen a él (Seagal aprende) para realizar dichas escenas. Esto dota a su personaje de realismo, ya que el héroe no parece invencible.

La actuación de nuestro protagonista como podrán inferir es más plana que una hoja de papel, ya que el actor sueco tiene las mismas capacidades que una piedra para la interpretación, aunque debo aceptar que tiene carisma y esto hace que la cinta no sea vuelva inaguantable.

Así que si tienen ganas de ver una cinta de acción como las de la vieja escuela, desconecten su cerebro y disfruten de esta modesta producción, que por sus pocas pretensiones y ajustada duración se vuelve un placer culpable bastante entretenido.

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