lunes, 28 de febrero de 2011

CINE DE CULTO: EVIL DEAD II

TÍTULO ORIGINAL: Evil Dead II (Evil Dead 2: Dead by Dawn)
AÑO: 1987
DURACIÓN: 85 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sam Raimi
GUIÓN: Sam Raimi & Scott Spiegel
MÚSICA: Joseph LoDuca
FOTOGRAFÍA: Peter Deming
REPARTO: Bruce Campbell, Sarah Berry, Dan Hicks, Kassie DePaiva, John Peaks
PRODUCTORA: Renaissance Pictures
GÉNERO: Terror. Comedia. Fantástico.






La entrada anterior les hablaba de Peter Jackson y como sus primeros trabajos cinematográficos destilaban gran ímpetu y mucha honestidad, todo gracias a que como eran filmes de bajo presupuesto el realizador contaba con total libertad creatividad por lo que se podía dar el lujo de plasmar sus inquietudes artísticas (como debería de ser en cualquier tipo de arte), motivo por el cual hasta se podrían considerar obras de autor.

Bueno, ahora toca el turno de revisar una de esas obras maestras del cine, de esos filmes que han pasado a la posteridad siendo recordadas como obras de culto y que sin lugar a dudas han influenciado de diversas formas tanto dentro de la industria como fuera de ella, además de que a los cinéfilos nos importa un carajo que estas nunca lleguen a ganar un Oscar. La cinta en cuestion es la genial Evil Dead II,  obra cumbre en la desigual carrera del director Sam Raimi, ya que después de este solo haría solo un puñado de buenas cintas (sin contar la tercera entrega de la saga protagonizada por Bruce Campbell, claro) como Darkman  (1990), El Plan Perfecto (1998) y Arrástrame al Infierno (2009), trabajos que sin lugar a dudas influyeron en la solvente Dead Alive de Jackson.

De hecho se puede considerar a Evil Dead II como un remake y/o continuación de los primeros trabajos que realizó Raimi como estudiante universitario, ya que este film es la culminación tanto plástica como discursiva de Whitin the Woods (1978) y Evil Dead (1981), el primero un cortometraje que plantea el argumento de lo que después será el primer largo de Sam.

La historia de EVII nos cuenta las vacaciones de un joven llamado  Ash Williams (un genial Bruce Campbell) quien en compañía de su novia Sarah (Annie Knowby) deciden ir a pasar un fin de semana en una alejada cabaña que se encuentra alojada en lo más profundo de una zona boscosa, ahí Ash (Campbell) tiene pensado pedirle matrimonio a Sarah, sin embargo los planes cambiarán cuando el hombre encuentre una grabación (sonora) y la active por curiosidad, lo que traerá como consecuencia que un antiguo Demonio que habita en el bosque despierte de su letargo para tomar cualquier alma que se cruce por su camino. ¿Podrá Ash salir airoso de tan ominoso panorama y a su vez salvar a su novia?, ¿Sam Raimi será arrastrado al Infierno por haber hecho bodrios tan infumables como la trilogía Spiderman? Tal vez la respuesta a estas preguntas el respetable ya las sepa, pero ¿Qué carajo importa si el director norteamericano nos dejo para la posteridad esta joyita de horror?

Como puede leer el presente la premisa del film es bastante simple más no su ejecución  ¿cuántas veces no hemos visto filmes que contaban con una interesante premisa pero a la hora de plasmar las ideas estas se diluyen como agua por la falta de capacidad de sus realizadores para poder amarrar siquiera un guión solvente?, en la cinta de Raimi este no es el caso, el director tiene claro lo que quiere transmitir, motivo por el cual la típica formula del A+B= C se convierte en A+B=AB gracias a consistentes tour de force que imprime su autor en el guión.

Incluso el tratamiento de personajes va más allá de cualquier filme de terror, pues el héroe del film rompe con varios paradigmas planteados por el género, aquí el protagonista es más un antihéroe, su moral es 100 % ambigua, motivo para que sus actos nos remitan a los instintos más primitivos del ser humano (la supervivencia), sin lugar a dudas la escena donde Ash tiene que matar a su prometida cercenándole la cabeza cuando esta se encuentra poseída es brutal y efectiva (los efectos especiales y el maquillaje hacen que este Demonio te pongan los pelos de punta) más sin embargo el director posteriormente comienza a jugar con el espectador y la sensibilidad del mismo, insertando grandes dosis de humor negro sin que esto afecte el impacto de la historia, para muestra esta la descojonante escena donde el protagónico tiene que cortarse la mano derecha  con una sierra cuando ésta (la mano) se encuentra poseída y quiere ahorcarlo.

Este acto es una muestra de soberbia narrativa, puesta en escena y montaje (cosa que ocurre durante todo el film) ya que aunque lo que estamos presenciando es aterrador, el respetable tampoco puede aguantar las ganas de partirse de risa cuando la mano ya dividida del brazo toma vida y comienza a atacar a Ash de nueva cuenta.

Esta mezcla perfecta de humor y horror se dan en gran parte a que a Raimi le importa un carajo ser políticamente correcto (la manita de Ash le dice ¡Fuck You!, jajajaja) y por otra parte la gran interpretación que hace durante todo el metraje el gran Bruce Campbell mantienen el film en un punto vertiginoso, lo que provoca que el espectado nunca se relaje pues si lo hace entra el siguiente susto.

Por otra parte Raimi no pierde el tiempo insertando escenas de relleno, incluso me atrevería a decir que toda la cinta es una constante exploración psicológica del personaje que interpreta Campbell, lo que provoca por ende su transformación de un tipo común y corriente a un héroe de historieta (como nos vaticina el cierre de esta cinta) cosa que no se percibe descabellado por el tratamiento de situaciones que se van presentando durante toda la historia. Asi mismo se agradece que el director junto con su guionista Scott Spiegel hayan recurrido a una fuente tan basta, interesante y no menos inteligente como lo es la obra de H.P. Lovecraft para desarrollar este pavoroso relato, pues los guiños al trabajo literario de este son constantes desde la presentación del Libro de los Muertos (El Necronomicón) hasta algunas similitudes con El Arbol de la Colina.

Motivo para que la parte visual del film sea excelente, primeramente por que la creación de atmósferas es soberbia ya que efectivamente impregna al film de un ambiente opresivo y mal sano, por tal motivo la aparición de espesas neblinas, el acecho de de siniestros árboles que cobran vida o el ataque de una extraña brisa son partes fundamentales en la historia (esa secuencia donde el protagonista es perseguido por algo o alguien dentro del bosque y busca refugiarse en la cabaña no tiene desperdicio, además que demuestra el ingenio de Raimi para grabar toda la acción en una gran toma continua, muy al estilo de Carpenter pero con un ritmo más vertiginoso). 

Empero estos aspectos se perciben creíbles gracias a varios aspectos técnicos como la utilización de un manejo de cámara fluido, en ocasiones tosco (esos dolly in rápidos y los zooms brutos que se emplean hicieron un estilo visual que identifican a Raimi), una puesta en escena casi minimalista (solo se cuenta con una vieja cabaña, unos cuantos muebles y el bosque para aterrorizar al presente)  profundizan en los temores más intrínsecos del ser humano, y por último unos efectos especiales que incluyen animación por stop motion para la materialización de algunos Demonios,  un maquillaje efectivo para las posesiones y litros de sangre artificial cierran una genial cinta con toques gore que no se toma demasiado en serio, razón para que esto último se perciba como otra virtud.

Finalmente la interpretación del señor Bruce Campbell es simplemente perfecta, ya que logra mimetizarse con su personaje, llevándolo a varios niveles emocionales haciendo de Ash Williams un héroe inolvidable que ha quedado para la posteridad y que a su vez se ha convertido ya en un icono cultural. El reparto de secundarios no lo hace nada mal, al mismo tiempo que cuentan con cierto encanto y no se descubren enfadosos.

Para finalizar no me queda más que recomendar este excelente splastick el cual a cada año que pasa gana más adeptos, pues sus virtudes siguen presentes aun cuando ya han pasado más de veinte años de su creación. Por cierto estaría genial que hubiera una cinta donde Ash Williams conoce al Dr. Peter Venkman y junto a los otros Cazafantasmas (Reitman, 1984) combaten a las fuerzas del mal. Bueno creo que es solo un sueño guajiro de un pobre geek, jajaja.




viernes, 25 de febrero de 2011

CINE DE CULTO: DEAD ALIVE

TÍTULO ORIGINAL: Dead Alive
AÑO: 1992
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Nueve Zelanda
DIRECTOR: Peter Jackson
GUIÓN: Peter Jackson, Stephen Sinclair, Frances Walsh
MÚSICA: Peter Dasent
FOTOGRAFÍA: Murray Milne
REPARTO: Stephen Sinclair, Tomothy Balme, Frances Walsh, Diana Peñalver, Elizabeth Moody, Ian Watkin, Stuart Devenie, Brenda Kendall, Peter Jackson
PRODUCTORA: WingNut Films
PREMIOS: 1992: Festival de Cine Fantástico de Sitges: Mejores efectos especiales
GÉNERO: Terror. Comedia. Zombis. Gore.




Siguiendo con la tónica de la entrada anterior decidí que lo correcto sería revisar esta joyita del cine de terror que si bien no es un slasher, es igual de disfrutable, pues tratándose de un splastick este cuenta con atributos que hacen que los amantes de la comedia más negra y el gore más brutal se deleiten para pasar un buen rato frente al televisor. 

Y es que para todos aquellos que desconozcan los orígenes del laureado director Peter Jackson, debo decirles que este señor comenzó su carrera realizando filmes de serie b en su natal Nueva Zelanda allá por el año de 1987 con la escatológica Mal Gusto, El Delirante Mundo de los Febles (1989)  o el titulo que nos ocupa Dead Alive, cintas que mostraban un Jackson más honesto (no me mal interpreten encontré su nueva versión de King Kong bastante solvente y entretenida, pero su trilogía del Señor de los Anillos nunca me llego a agradar) y a su vez esa fascinación por entender como funcionaban los efectos especiales de aquella epoca, donde el uso de prótesis de látex, la aplicación de animatrónics, el stopmotion y el uso de litros y litros de sangre artificial hacían de estos productos cinematográficos una artesanía que aun hoy en día se perciben más eficientes que el maldito CGI.

La historia comienza en un lugar remoto llamado la Isla de la Calavera (guiño a King Kong) donde un cazador corre por su vida cuando un grupo de aborígenes lo persiguen puesto que este lleva consigo un exótico animal enjaulado, el cual  tomo del lugar aun ignorando las advertencias de su acompañante quien le dice que lo que intenta llevarse traerá consigo una maldición, instantes después el hombre llega a su jeep donde otros dos sujetos lo estan esperando y salen huyendo del lugar, sin embargo el ayudante de este se da cuenta que el cazador ha sido mordido por el animal, por lo que los sujetos detienen su marcha y tiran al hombre al piso.

Acto seguido (y para sorpresa del respetable) los sujetos que iban con el cazador detectan que el animal le mordió un brazo y deciden cortarle el mismo con un machete (jajajaja), desgraciadamente para el sujeto este cuenta con más heridas y pues estos efectúan la misma operación en el otro brazo y el cuello (jajajaja es imposible no reírse y sentir repulsión al mismo tiempo), más tarde los hombres entregan el animal (en su cara se denota angustia, jajaja) para que este sea llevado a un zoologico en una ciudad de Nueva Zelanda, el animal es conocido como mono rata (jajajajajaja).

El hecho es que la historia ahora nos transporta a Nueva Zelanda, estamos en los años cincuenta, ahí conocemos a una joven llamada Paquita Sánchez (Diana Peñalver) quien trabaja atendiendo una tienda de víveres de su padre, la mujer siempre ha estado enamorada del joven que reparte la leche (de vaca  no me vayan a mal interpretar jajaja), como puede leer el respetable esta joven mujer ha sido educada como la mayoría de las damitas, pensando que algún día un príncipe azul llegara a sus vidas para casarse con ellas y vivir felices para siempre (jajajaja).

Por otra parte también conocemos al taciturno Lionel Cosgrove (Timothy Balme) un joven que compra los víveres en la tienda donde trabaja Paquita, Lionel es un tipo tímido el cual vive para su madre y al cual los demás habitantes del poblado ven como un tarado, su madre es  la controladora Vera Cosgrove (Elizabeth Moody) quien trata al sujeto como un niño y lo usa solo para que la atienda, le limpie la casa, le haga de comer, etc. y demás actividades que hacen que el pobre Lionel no pueda pensar ni en ahorcar el ganso (jajajajaja) por lo que ni se fija que Paquita existe.

Sin embargo cierto día Paquita ve a Lionel cuando esta va por provisiones y descubre que este lleva una especie de amuleto, el cual intriga a la mujer por lo que esta le pregunta a su tía que significa esto y como la anciana lee las cartas le dice que el joven es el amor de su vida, pero que antes de que puedan unirse tendrán que enfrentar un gran mal (si pensaron que ese mal es la mamá acertaron, jajajaja), total que Paquita logra hacer que el joven la invite a salir y juntos van al zoológico, lugar en donde ven a la nueva atracción del mismo (adivinaron), el mono rata, un animalejo repugnante que parece un murciélago pero sin alas, el cual es muy agresivo (hay una escena donde este espécimen le arranca un bracito a un pobre changuito de la jaula contigua, jajajaja).

Sin embargo la tranquilidad de la pareja se vera truncada cuando la mama de Lionel llegue a interrumpirlos, ya que esta no quiere compartir a su querubín con ninguna mujer, empero esto provoca unos cuantos jaloneos por lo que la madre de Lionel cae junto a la jaula del mono rata y es mordida por este, instantes después la desagradable mujer comienza a golpear a tan singular mamífero para asestarle varios taconazos en el cráneo para finalmente ¡matarlo! jajajaja (claro no podían faltar grandes dosis de substancias viscosas y desagradables para deleite del respetable).

Después de estos jocosos eventos la madre de Lionel comienza a enfermarse, empieza a caérsele la piel y demás fluidos corporales pueden verse salir de su humanidad, para descubrir después que la anciana se ha convertido en un zombie, sin embargo como su hijo piensa que lo que tiene pudiera ser un resfriado (jajajajaja) manda llamar a una enfermera, pero desgraciadamente esta es atacada por la enferma mujer la cual le arranca la cabeza, jajaja. Y a partir de este punto la cinta se convierte en un festín de gore y mala leche cuando la anciana comience a convertir en zombies a más personas, culminando en un clímax final que no tiene desperdicio, el cual se suscita en la mansión de Los Cosgrove, donde se celebraba una fiesta que organizo el ambicioso tio de Lionel, un tipo obeso llamado Les (Ian Watkin) el cual se peina como Elvis (jajaja) y pretende quedarse con todos los bienes de su ¿difunta? hermana.

Sin lugar a dudas Dead Alive (asi como Bad Taste o el Mundo de los Febles) es de los trabajos más entusiastas de Jackson, aquí el director neocelandés se despoja de pretensiones y deja fluir todo su ingenio a nivel visual creando un universo perverso y divertido, el cual dentro de todo ese desmadre que podría significar solo presenciar decenas de desmembramientos corporales, miles de litros de sangre, y demás humor escatológico, también contiene dentro de su sencilla premisa toda una desacralización a instituciones tan importantes como la familia, la iglesia y demás establecimientos sociales que hacen que que los puristas se den golpes de pecho al encontrarse con tan bizarro espectáculo.

Es por esto también que se percibe un Peter Jackson más fluido e incluso barroco en su manejo de cámara, su utilización de zooms vertiginosos, los encuadres nerviosos o la aplicación de tomas en contra picada recuerdan al mejor Raimi de Evil Dead II (1987), empero Jackson le imprime su toque personal e incluso por momentos se percibe más siniestro que el propio director de Darkman (1990), si no basta con recordar la genial secuencia donde el Sacerdote del lugar comienza a pelear contra varios zombies dentro del cementerio, utilizando solo sus movimientos de karate (jajajaja) solo para que al final perezca ante los muertos vivientes e instantes después se vuelva uno de ellos.

Asi como impagables son las escenas donde el sacerdote ya convertido en zombie se folla a la enfermera zombie y a los cinco minutos esta da a luz a un bebe zombie (jajajajajajajajajajajajajajajajajaja, para partirse de risa) el cual es insoportable y se la pasa asesinando a quien se cruce por su camino, o cuando el tío Les toma un par de machetes y se despacha a decenas de muertos vivientes lo que desemboca en un destazadero de carne jajajaja, por tal motivo se pueden destacar los geniales efectos especiales que incluyen decenas de prótesis de látex, sangre artificial a raudales, una solvente e inquietante creación de atmósferas, una banda sonora juguetona y mucho humor políticamente incorrecto que redondea muy bien este film no apto para estómagos sensibles (pues hasta su servidor que ya esta acostumbrado a este tipo de filmes, por momentos sintió ganas de vomitar, jajaja).

Asi mismo los actores entienden el desmadre en el cual estan metidos y hacen de sus personajes (todos ellos caricaturas) piezas importantes para que camine este enfermizo relato, el cual no deja tiempo de pensar en las lagunas argumentales (¿por qué la policía nunca sospecha de las desapariciones de algunos personajes?), aquí esto no importa, las motivaciones de Lionel (quien recuerda demasiado al Ash de Bruce Campbell por cierto) y Paquita son pueriles, pero ¿qué importa?, el film no engaña a nadie, basta con ver el póster del mismo para darse una idea de lo que uno va a presenciar.

Asi que amantes del gore, los zombies y la comedia negra, no deben perderse esta joyita de la serie b, ya que como comentaba anteriormente la mayor virtud de la misma es que esta no se toma en serio, al mismo tiempo de que nos recuerda un tipo de cine que jamás volverá a hacerse, al menos en estos tiempos políticamente correctos donde mostrar senos y nalgas frente al televisor ya es un pecado capital, jajaja. 



lunes, 21 de febrero de 2011

DOCUMENTAL: ASCENSO Y CAÍDA DE LAS CINTAS SLASHER

TÍTULO ORIGINAL:  Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Film
AÑO: 2006
DURACIÓN: 88 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Adam Rockoff
GUIÓN: Adam Rockoff
MÚSICA: Harry Manfredini
FOTOGRAFÍA: Armando Salas
REPARTO: Wes Craven, Sean S. Cunningham, John Carpenter, Betsy Palmer, Rob Zombie, Dario Argento, Kevin Bacon, Johnny Depp, Robert Englund, Herb Freed, Tom Savini
PRODUCTORA: Think Films
GÉNERO: Documental.





Si hay un género del cual los norteamericanos pueden estar orgullosos ese es sin lugar a dudas el Slasher (y del western claro), movimiento cinematográfico que realmente inventaron y que se convirtió en un referente social tanto cultural a finales de la década de los años setentas pero sobre todo a principios y mediados de los ochentas y que aun en la actualidad ha impactado al cine de terror.

Por tal motivo este documental es una joyita para todos los amantes del cine de horror (como su servidor) pues se convierte en un documento que no solo se queda en el aspecto meramente revisionista, si no que a su vez explora las motivaciones artísticas, intelectuales e históricas de todos aquellos que hicieron de este subgénero una industria bastante redituable a nivel económico y que aun en nuestros días sigue vigente.

Es por esto que el film del director norteamericano nos sumerge en un apasionante viaje donde nos explica el origen del slasher dando repaso a cintas como Bood Feast (1963) de Gordon Lewis y la pequeña (como muchos críticos llamaron en su momento a este film) pero a su vez grandiosa Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, esta última tuvo la fortuna de sentar las bases narrativas y plásticas del género por parte de su realizador sin ser conciente de lo que había creado, y es que si uno revisa la cinta del director inglés podrá descubrir el nacimiento de esos terribles villanos que eran personas comunes y corrientes (el dueño de un motel) quebrados psicológicamente, por lo que la amenaza ahora era más palpable que aquellas que se dieron en producciones de ciencia ficción de los años cincuentas o sesentas que centraban sus argumentos en los temores de la sociedad, los cuales provenían por los avances tecnológicos o la llegada de las armas nucleares,  por ejemplo El Enigma de otro Mundo (Christian Nyby, 1951), Godzilla (Honda, 1954) o La Mosca (Neumann, 1958).


Sin embargo con los cambios políticos y sociales (como la llegada de la guerra de Vietnam o la era Reagan) las sociedad percibía su entorno más inseguro, donde los enemigos ya no eran ya vistos como los países comunistas, ahora se le temía al vecino de la casa contigua como sucedió con la obra maestra de John Carpenter llamada Halloween (1978) donde el asesino llamado Michael Myers estaba desprovisto de total identidad humana,  cubriendo su rostro con esa escalofriante máscara blanca y que solo mostraba en sus motivaciones la aniquilación de vida humana.

Por lo cual las lecturas ideológicas de Halloween y de otros títulos que vinieron después como Viernes 13 (Cunningham, 1980) o Prom Night (Paul Lynch, 1980) nos decían que estos asesinos enmascarados eran una especie de castigo ante una sociedad sumergida en el consumismo y el libertinaje, por lo que es de comprender que las víctimas mortales de tipos como Jason fueran adolescentes ávidos de sexo y alcohol, un reflejo fehaciente de la opresión social y moral por el que pasaban los Estados Unidos en ese momento.

Sin embargo los valores plásticos fueron lo que llamaron la atención del público, como sucedió con Viernes 13 el primer film que mostró toda una apología de emoglobina en donde a diferencia de la  cinta de Carpenter, la inserción de grandes dosis de sangre y violencia gráfica que consistía en mostrar los asesinatos de las formas más brutales se convirtieron en el sello característico de estas producciones, gracias al uso de hachas, machetes y demás objetos punzo cortantes que mutilaban los cuerpos de los protagonistas (motivo por el cual se conoce como slasher o destazamiento) causaron gran revuelo y fascinación entre los adolescentes, gracias también a unos maravillosos efectos especiales por lo que estan cintas comenzaron a recaudar millones de dólares, ya que si lo analizamos estas también eran un vehículo de catársis para el respetable.

Por tal motivo las grandes casas productoras  se fijaron en estas cintas, pues su costo era poco (Halloween costo solo 300 000 dólares) y recaudaban millones, es por esto también que el mercado comenzó a inundarse de infinidad de producciones que muchas veces ya no cuidaban su calidad y apostaban por sorprender al espectador con más y más gore. Es por esto que la epoca dorada del slasher abarcó la década de los ochentas con títulos como  Pesadilla en la Calle del Infierno (1984) de Wes Craven, Sangriento San Valentín (Mihalka, 1981), Chucky el Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988) e infinidad de secuelas que convirtieron a personajes icónicos como Jason, Freddy o Myers en productos de consumo rápido.

Obviamente el genero se desgasto convirtiéndose en mercancía de usar y tirar por lo que el público empezó a hartarse, aunado a la crítica que consideraba a este tipo de filmes como violentos y misóginos, el slasher comenzó a morir. Empero una nueva generación de espectadores ávidos de horror, mala leche y discursos políticamente incorrectos resucitaron el género poniendo en un status de culto a aquellas viejas glorias ochentenas que fueron revalorizadas,  por lo que directores de la vieja guardia revitalizaron el género como es el caso de Wes Craven y su saga Scream (1996), titulo de vital importancia para la epoca moderna del movimiento slasher, pues en esta el director norteamericano utilizaba la vieja formula pero la barnizaba de auto referencias y le insertaba algunas dosis de humor.

Asi mismo otra generación de nuevos directores como Rob Zombie, Eli Roth, James Wan entre otros tomaban la batuta para crear nuevos títulos los cuales mamaban esa gran baza tan interesante que les habían dejado directores como Cunningham o el propio Craven, por lo que nacen títulos tan interesantes como La Casa de los Mil Cuerpos (2003) y Los Renegados del Diablo (2005) ambas de Zombie  (esta última su obra maestra hasta el momento al menos para el que esto escribe),  Saw (2004), Hostal (2005) y muchas más, titulos que retoman el gusto por el gore más bruto y que en algunas de las ocasiones la exploración de personajes se convierten en puntos centrales de las tramas.

Como puede leer el respetable este excelente documento que realiza el director Adam Rockoff, logra reunir información valiosísima sobre este genial subgénero que muchas veces ni siquiera se ha considerado arte por algunos sectores de críticos de cine “serios” (¡malditos ilusos! ojala se volviera a retomar la forma de realizar efectos especiales como los que hacía el grandioso Tom Savini, o ¿a quien no le parece arte las increíbles creaciones de latex y animatrónics que aparecen en La Cosa de Carpenter?) y lo mejor es que los verdaderos precursores como directores y actores del movimiento nos explican sus motivaciones creativas por lo que gente como el propio John Carpenter, Wes Craven, Rob Zombie, Betsy Palmer, Paul Lynch y un sin fin de gente como son también los fans nos hablan de este  genero muchas veces satanizado.

Por último debo  decir que Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Film es un interesante documental que explora, disecciona y sobre todo muestra los atributos tanto defectos de un género que muchas veces se desvaloriza, pero que al igual que el drama o cualquier otro género cinematográfico goza de un lenguaje propio. Sin embargo lo mejor del trabajo audiovisual de Rockoff es que demuestra que el slasher no ha muerto, asi que para todos aquellos que amamos este, seguiremos disfrutando de esos oscuros y sofocantes lugares llenos de atmósferas lúgubres, en donde guapas mujeres en toples y adolescentes calenturientos irán muriendo de las formas más dolorosas posibles a manos del villano en turno, el cual seguramente nos advierte de su acecho cuando presenciemos que nos ve a través de una mirada subjetiva y la musica estridente solo nos avise el sangriento desenlace.

viernes, 18 de febrero de 2011

DRAMA: BALA MORDIDA

TÍTULO ORIGINAL: Bala mordida
AÑO: 2009
DURACIÓN: 113 min.
PAÍS: México
DIRECTOR: Diego Muñoz
GUIÓN: Diego Muñoz
MÚSICA Pablo Valero
FOTOGRAFÍA Carlos Hidalgo
REPARTO Damián Alcázar, Miguel Rodarte, Roberto Sosa, Flor Payán, Dagoberto Gama, Gustavo Sánchez Parra, Octavio Castro, Alexander Dahm, Mariana Gajá, Andrés Montiel
PRODUCTORA: Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE)
GÉNERO: Drama.





Antes de comenzar con la reseña de este día quisiera contarles una historia, esta se remonta a principios de los años noventas, yo tendría como diez años y alucinaba leyendo La Muerte de Superman (Jurgens, 1990) y no comprendía por que el superhéroe más grande del universo podía perecer a manos de un monstruo llamado Doomsday. Por otra parte mis héroes televisivos eran Michael Knight y su increíble automóvil cargado de gadgets, humor negro e inteligencia artificial, Macgiver un agente especial muy particular que podía resolver conflictos internacionales con tan solo una navaja suiza multiusos (¡no me juzguen tan duro era un niño!) y demás personajes que exaltaban la heroicidad, por su puesto en el cine estos  eran Stallone y Chuacheneguer.

Por obvias razones yo quería ser un espía ingles al servicio de su majestad o ya de perdido un policia capitalino como mi tío (jajaja) pues mi madurez intelectual preconcebida por las grandes corporaciones televisivas que dictan lo que esta bien y lo que esta mal con su falsa moral, me hacia creer que los polis eran sujetos honorables que combatían las injusticias cual paladín enmascarado, o acaso ¿quien no recuerda esa jocosa y vergonzosa cinta llamada El Patrullero 777 (Delgado, 1978) con Cantinflas? . Desgraciadamente con el tiempo mi tío me mostró  la cruda realidad  (agradezco esto pues ahora me gustan los relatos más ominosos como los del maestro Scorsese) y en una de sus tantas andanzas policíacas, descubría que éste y su "pareja" les quitaban los botines a cacos de quinta que iban desde televisores o video caseteras en forma de pago para dejarlos libres.

Por suerte para la ciudadanía y tal vez para el, una noche un operativo en el cual intervino mi tío salió mal y fue dado de baja, ¿Qué, que fue de el? pues sigue en las tranzas pero ahora sin uniforme. Con esto solo quiero contextualizar al respetable por qué su servidor encontró interesante la cinta en cuestion.

La cinta Bala Mordida es de esos infelices casos que muchas veces sufre el cine mexicano, la maldita falta de distribución comercial, todo por tratarse de un film incomodo para algunos sectores del aparato gubernamental mexicano como fue el caso también de la maravillosa cinta El Infierno (Luis Estrada, 2010) la cual pudo estrenarse en salas de cine en parte a la censura del gobierno, lo que causo morbo y espectación entre el  público que pudo disfrutar de tan peculiar cinta.

Sin embargo el film en cuestión no ha contado con la misma suerte, por lo que su servidor ha podido descubrir esta en el mercado negro (la piratería) ya que dicha cinta del debutante director Diego Muñoz ha quedado relegada solo a festivales y como comentaba, a ser distribuida de mano en mano en el mercado ilegal.

La historia nos narra las andanzas de un novato policía que conocemos simplemente por Hernández (Miguel Rodarte) quien trabaja en uno de los sectores más peligrosos y pobres de la Ciudad de México (o mejor dicho en una de las delegaciones que pertenecen al Estado de México), el cual como la mayoría de los agentes con los que labora no buscan salvaguardar el bien común de la población, si no al contrario estos se convierten en vehículos de corrupción para subsistir en su mismo entorno, ya que aquí como en otras producciones de corte internacional como Día de Entrenamiento (Fuqua, 2001), Los Infiltrados (Scorsese, 2006) o Tropa de Élite (Padilla, 2007) claro guardando la justa  distancia con estas, la cinta de Diego Muñoz también busca explorar las motivaciones de los sujetos que trabajan en este tipo de organizaciones de seguridad.

Es asi que el presente podrá presenciar como un agente Hernández es solamente un eslabón en esta gran cadena de corrupción, la cual maneja desde su oficina un detestable y desvergonzado Comandante Alatorre (de nuevo un magistral Damián Alcázar), un tipo chaparro que usa siempre lentes oscuros aunque se encuentre dentro de su oficina (jajaja) y utiliza a un grupo de policías para realizar sus “trabajitos” los cuales consisten en arreglar ciertos negocios con el mini distribuidor de droga en el barrio.
  
Empero en uno de estos encargos las cosas salen mal cuando el agente Hernández (Rodarte) se quiere aprovechar de la situación y se “clava una lanita” que iba a servir para pagar el pedido de cocaína que encargo Alatorre (Alcázar), por lo que el policía trata de acompletar el capital ofreciendo su arma de cargo, sin embargo esto no le interesa al caco y comienza a discutir con el agente de la ley para que le pague lo que acordo con su superior o se olvide del trato, por lo que estos comienzan a discutir y Hernández golpea al sujeto  provocando un zafarrancho, total que los vecinos del lúgubre lugar se les dejan ir a Hernández y su compañero, lo que desemboca en una balacera donde el primero resulta herido por un fulano que lo apuñala con todo y que este contaba con un chaleco antibalas.

Por este motivo el compañero de Hernández pide refuerzos sin saber que esto solo provocará más problemas cuando salga a la luz pública el clandestino opreativo, ya que el par de policías no tendría que haber estado en ese lugar. Esto a su vez incita que el Comandante Alatorre se meta en líos con los medios de comunicación cuando sale a la luz que uno de sus agentes fue herido por la mala calidad de los chalecos antibalas, sin embargo lo que molesta de sobremanera a Alatorre es que este perdió su dinero y la coca, motivo por el cual Hernández ahora se verá obligado a trabajar para el Comandante en sus turbios negocios con el fin de resarcir su error, a la vez de que se hunde más y más en un sistema que lejos de velar por el bien de la comunidad solo sirve para que los individuos que trabajan en este se sirvan.

Y a partir de este momento la cinta de Diego Muñoz se dedica a mostrarnos como proceden estos individuos con sus clásicos métodos de extorsión, los cuales van desde utilizar recursos públicos como las patrullas para alcoholizarse en estas en pleno turno, falsificar registros, o como es bien sabido pedir mordida por parte de los superiores a sus subordinados para que les dejen utilizar las patrullas para poder trabajar, incluso las balas de las armas de cargo también son cobradas.

Más sin embargo lo que rescata en ciertos aspectos el trabajo del debutante director mexicano, es que este indaga en los aspectos psicológicos y emocionales de sus personajes principales (el de Hernández y Alatorre), pues por ejemplo del primero podemos descubrir que ser policia para el no significa una cuestión de convicción o principios, incluso conforme avanza la trama descubrimos que este compro su plaza como agente del orden en cinco mil pesos solo para contar con chamba, además de que se nos muestra su entorno social (vive en unos de los barrios más pobres de la urbe), su formación profesional sería el equivalente  a estudios de primaria, por lo que las aspiraciones personales quedan solo en cuestiones monetarias, razón para que el espectador perciba al agente Hernández en primera instancia como una víctima más en esta gran corporación del crimen.

Sin embargo al final el personaje de Hernández será el reflejo fiel de lo que representa el nefasto Comandante Alatorre, quien subsiste como una sanguijuela exprimiendo a sus empleados con el único fin de contar con más poder y ganancias económicas, por tal motivo el relato siempre se percibe bastante ominoso, a tal punto que asquea al espectador lo que presencia frente a  pantalla, pues la cinta no contiene esa catarsis humorística con las que cuentan las cintas de Estrada por ejemplo, aquí la cosa se toma muy en serio por lo que visionar la cinta de Muñoz es un viaje a lo más bajo de la condición humana, claro sin llegar a los niveles narrativos de las cintas que protagonizaba Valentín Trujillo, en donde el drama se exageraba y la violencia visual rozaba los cánones de cualquier producto de exploitation.

Es por este motivo que la cinta no será de la satisfacción de todos, pues podría percibirse como bastante exagerada y negativa en la presentación de situaciones (al menos la  escena de la violación sexual del comandante Alatorre al agente Hernández me pareció un tanto chocante y gratuita ya que el tratamiento del personaje que interpreta Alcázar ya nos mostraba las motivaciones de este), además de que otro punto que lastra en demasía el conjunto, es sin lugar a dudas la inserción de los personajes que representan los reporteros televisivos, pues estos se perciben casi de caricatura y rompen con la oscura y pesimista tónica del film.

Ahora bien, el apartado visual esta correcto (su servidor temía que este se asemejara a un video home) y lo correspondiente a la puesta en escena asi como la recreación de lugares como la Delegación Policial, la elección de locaciones e incluso el vestuario de los policías esta muy acertado, hasta parece que el gobierno de la ciudad de México presto los uniformes y las patrullas para el proyecto. Claro todo esto barnizado con una verdosa fotografía que nos remite a atmósferas opresivas y refuerzan el relato.

Pero sin lugar a dudas lo que sostiene esta tópica historia son sin lugar a dudas las solventes interpretaciones de los actores, comenzando por un Damián Alcázar el cual se come la pantalla en cada aparición que tiene frente a pantalla y demuestra que es uno de los mejores actores de su generación, ya que logra componer no un villano de película, si no algo peor, un ser humano común y corriente, con carencias culturales, morales e incluso emocionales, lo que lo vuelve más peligroso. Y finalemente  Miguel Rodarte no desentona en su performance y los secundarios que incluyen a Roberto Sosa o Flor Payan estan en la misma línea.

Asi que puedo darle una leve recomendación a Bala Mordida, pues con todo y que busca ser una cinta incendiaria, esta no logra del todo el cometido de dejar mella en el espectador a nivel discursivo, por lo que el impacto es solo superficial, aunque aclaro lo mejor es la actuación de  Alcázar y la construcción de personajes.

lunes, 14 de febrero de 2011

DRAMA: MI NOMBRE ES JOHN LENNON

TÍTULO ORIGINAL: Nowhere Boy
AÑO: 2009
DURACIÓN: 98 min.
PAÍS: Inglaterra
DIRECTOR: Sam Taylor Wood
GUIÓN: Matt Greenhalgh (Memorias: Julia Baird)
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Seamus McGarvey
REPARTO : Aaron Johnson, Kristin Scott Thomas, Thomas Sangster, Sam Bell, Anne-Marie Duff, David Morrissey, Ophelia Lovibond, Josh Bolt, Jack McElhone, Calum O'Toole, Ellie Jeffreys, Les Loveday
PRODUCTORA: Aver Media / Ecosse Films / Film4 / Lipsync Productions / North West Vision / UK Film Council
GÉNERO: Drama.


Si hay un personaje que ha causado infinidad de estudios a nivel social, político y por supuesto cultural, es sin lugar a dudas John Winston Lennon hombre que se volvió icono para varias generaciones después de haber creado la banda más influyente de rock´n roll jamás hecha, y por su puesto después de desintegrar la misma (su servidor es de los que piensan que Lennon con su desinterés y cansancio creativo hacia la banda disolvió para siempre a The Beatles aunque se atribuya este hecho a Paul) supo adaptarse a los nuevos tiempos, comprometiéndose incluso con su entorno lo que provoco que la figura del ex beatle que muchos consideraban frívolo posteriormente se convirtiera en un símbolo en pro de la paz por su postura en contra de la guerra.

Como es bien sabido después de su muerte, Lennon se convirtió en una leyenda, sin embargo el presente film que nos presenta la debutante directora Sam Taylor Wood no pretende ensalzar la figura del icónico personaje, al contrario este se centra en explorar la adolescencia del solitario chico, el cual luchaba con sus propios demonios para tratar a su vez de encajar en un lugar en el que parecía que no era para él, y que encontró su camino a través del arte y la musica, motivo por el cual el film de la realizadora trata de desmitificar la figura del personaje.

La cinta comienza con los primeros acordes de A Hard Days Night  mientras vemos la figura de un chico corriendo a través de un pasillo, instantes después este tropieza y cae, empero nos enteramos  que todo ha sido un sueño cuando un joven John Lennon (Aaron Johnson)  despierta mientras su tía Mimi (Kristin Scott Thomas) le grita que se levante pues tiene que ir a la escuela.

Asi descubrimos a un John (Johnson) bastante irreverente y sarcástico, el cual constantemente se mete en problemas en la escuela ya que mientras se encuentra en clases su mente esta en otro lado, razón para que sus maestros comiencen a catalogarlo como chico problema, incluso John es visto ante estos como un perdedor. Por otra parte en casa la cosa es un tanto diferente y mientras su tío George (David Threlfall) parece comprender las inquietudes del joven, la tía Mimi (Scott Thomas) es bastante dura con él en su educación, sin embargo esto no es problema ya que existe un equilibrio en esta disfuncional “familia” la cual le ha provisto de amor.

Sin embargo las cosas comenzarán a cambiar cuando un fatídico suceso (la muerte del tío George) ponga de nuevo en la vida de John a su madre biológica, Julia (Anne-Marie Duff) quien abandono a este cuando contaba con cinco años, lo que provocará que Lennon comience a cuestionar su verdadera misión en este mundo como persona.
Básicamente esta sería toda la premisa del film,  acontecimientos que han sido explorados infinidad de veces ya sea en otros medios como biografías o alguna otra cinta, sin embargo lo que le da validez al relato de Sam Taylor es que primeramente su trabajo se despoja de discursos grandilocuentes, y segundo y tal vez el más importante, es que este se centra en explorar la humanidad del personaje, profundiza en sus motivaciones, en sus miedos, sus anhelos y carencias afectivas, motivo por el cual el espectador logra empalizar con este.

Es por esto que es importante aclarar que en el film de Taylor Wood no veremos el nacimiento del mito que significa el John Lennon de The Beatles, aunque tácitamente las vivencias del joven desembocarán en esto, ya que conforme avanza la trama (la cual por cierto esta llevada de forma muy correcta) el personaje de Lennon va transformándose, empero para todos aquellos fans del cuarteto de Liverpool y por tratarse de una cinta que explora un fragmento de la vida de  Lennon, podrán asistir pequeños guiños como el nacimiento de The Quarrymen, el comienzo de la amistad entre John y Paul McCartney, la adición de George Harrison a la banda y alguno que otro paseo por La Caverna (aunque sea por fuera, jajaja).

Pero sin lugar a dudas el punto neurálgico del film es como comentaba, el análisis psicológico del personaje, si no basta con ver una de las escenas más importantes de la cinta que es cuando John confronta a su madre y a su tía para que le expliquen de una puta vez por que este parece estar confinado a no pertenecer a ningún lugar, y las cuestiona preguntando ¿que hizo para merecer el rechazo de su progenitora? si el solo era un niño de cinco años indefenso.

De verdad esta escena logra resumir las verdaderas intenciones del film, y lo mejor es que la cinta nunca se percibe forzada, el drama siempre esta bien balanceado con la inserción de algunos momentos cómicos para que este no caiga en el dramilla lacrimógeno que muchas veces se presenta en algunas producciones norteamericanas, claro esto no funcionaría también sin la buena labor de dirección de actores, por una parte el desconocido (al menos para un servidor) Aaron Johnson logra convencernos de que estamos viendo a John Lennon, y carga sobre sus hombros la pesada imagen del ídolo humanizandolo, razón para que el presente nunca compare al actor con el verdadero Lennon, incluso el trabajo actoral de Johnson es tan solvente que  este logra apropiarse de sus gestos, su tono de voz, por lo que el presente se deja llevar por su performance, el cual nunca desentona ni en los momentos más fundamentales de la historia.

Pero sin lugar a dudas la que logra robarse cada escena en la cual aparece es Kristin Scott Thomas quien encarna al personaje más complejo del film, ya que su Mimi por momentos puede percibirse castrante, otros tantos amorosa y sobre protectora, motivo para que este personaje este lleno de matices y al final se vuelve entrañable.

Ahora bien el apartado visual del film es hermoso, cuenta con una fotografía estilizada la cual nos sumerge en ese frío ambiente que representan los muelles de Liverpool, pero también sirve como herramienta narrativa la cual nos sumerge en aspectos cien por ciento oníricos (como la constante escena donde se muestra el mar y que simboliza las perdidas).

Por otra parte la recreación de la epoca esta increíblemente lograda (de verdad nos transporta a los años cincuenta) motivo por el cual es de agradecer que la dirección sea sobria y se centre en los detalles que engrandecen el relato, como es también la aplicación de una exquisita banda sonora que incluye a Elvis Presley o a Screaming Jay Hawkins lo cual refuerza el contexto historico en el cual se desarrolla la historia. Para finalizar solo puedo decir que recomiendo ver Mi Nombre es John Lennon (un titulo que me parece bastante gratuito, el cual tal vez se uso para captar más público, pues el titulo original que significa chico de ningún lado, le hace más honor al film) pues aunque la historia de la vida del fundador de The Beatles es bien conocida, este logra su cometido, desmitificar a la leyenda.

Por cierto el cierre del film es magistral, solo les puedo contar que se escucha cantar a John Lennon una de sus canciones más emblemáticas y dolorosas que haya compuesto.

sábado, 12 de febrero de 2011

CINE DE AUTOR: ICHI EL ASESINO

TÍTULO ORIGINAL: Koroshiya 1 (Ichi the Killer)
AÑO: 2001
DURACIÓN: 129 min.
PAÍS: Japón
DIRECTOR: Takashi Miike
GUIÓN: Sakichi Satô (Cómic: Hideo Yamamoto)
MÚSICA: Seiichi Yamamoto
FOTOGRAFÍA: Hideo Yamamoto
REPARTO: Tadanobu Asano, Nao Omori, Shinya Tsukamoto, Paulyn Sun, Susumu Terajima, Shun Sugata, Toru Tezuka, Yoshiki Arizono, Suzuki Matsuo, Sabu (AKA Hiroyuki Tanaka), Jun Kunimura, Yoshiyuki Morishita
PRODUCTORA: Coproducción Japón / Hong-Kong / Corea del Sur
GÉNERO: Thriller. Gore.


Hoy quiero revisar de vuelta uno de los títulos que se han convertido en objeto de culto para muchos amantes del cine, la cinta en cuestión es Ichi El Asesino filme que expone de manera bastante efectiva (sobre todo visualmente) las inquietudes del director nipón como la ostentación gráfica de la violencia o el gusto por el sadomasoquismo o demás perversiones del ser humano, aspectos que le han dado un status muy similar al de Quentin Tarantino, ya que cualquier nuevo proyecto que emprende es esperado con ansias por su séquito de seguidores. 

Sin embargo creo que con todo y que cuando Miike cuenta con una interesantísima filmografía también puedo acotar que Ichi El Asesino es una de sus obras más redondas y por supuesto una de las más subversivas  por lo que es igualmente una de las favoritas de su servidor, por ser una inteligentísima sátira y enfermizo espectáculo sobre la condición humana.

Ya desde sus créditos iniciales (los cuales son bastante creativos por cierto) la cinta de Miike se muestra incendiaria  desplegando  el título de la cinta con una espesa y viscosa sustancia seminal  (jajaja), de la cual descubrimos fue expulsada por nuestro supuesto protagonista Ichi (Nao Ohmori) un jovenzuelo que viste un traje de cuero negro el cual porta un gigante número uno en color amarillo en su espalda, el cual  observa fuera del lugar como un sujeto viola y golpea casi a matar a una mujer dentro de su casa, lo que provoca en el vouyerista una excitación tal que se vuelca en placer.

Después, otra escena nos sumerge en una habitación en donde un poderoso jefe de la mafia yakuza esta tirándose a una puta (esta escena no se ve), mientras sus compinches se encuentran en un cuarto contiguo de la habitación en la cual supuestamente estan cuidando a este para que nada pase. Sin embargo fuera del edificio un equipo espera la señal para “limpiar” el lugar cuando Ichi (Ohmori) termine su trabajo el cual consiste en desaparecer al mafioso, ya que este cuenta con varios millones de yuans en su poder, instantes después el trío de mafiosillos que aguardaban en la calle recibe la señal de que Ichi terminó su encargo.

Momentos después los sujetos ingresan al lugar para descubrir que el cuarto es ahora un recinto que emula a lo mejor de la obra de Dante Alighieri (pues el espectador podrá presenciar como la habitación esta salpicada en su totalidad  de sangre y de más fluidos emoglobinicos por doquier, además de que se encuentran esparcidos también, infinidad de extremidades de cuerpos humanos).

Empero, esto provoca posteriormente que otro sujeto llamado Kakihara (Tadanobu Asano) organice a sus hombres para que busquen al jefe, este es un yakuza muy peculiar que es una especie de arlequín demoníaco, en su rostro se dibuja una sonrisa perversa y viste con atuendos muy llamativos, al mismo tiempo  que emplea métodos bastante dolorosos para sacar la información de sus enemigos (de hecho a un servidor el personaje de Kakihara le pareció muy similar en cuanto a motivaciones y desequilibrio mental al mismísimo Joker de Batman, ya que ambos disfrutan causando anarquía y son masoquistas, por lo que causar dolor o sentirlo les da placer).

Basta con presenciar como Kakihara secuestra a otro de los capos que pertenecen al sindicato de la mafia, con el objeto de hacerlo hablar para que le diga si sabe algo sobre el paradero del jefe que ha desaparecido. En esta escena podemos ver como el sujeto se encuentra desnudo colgado al techo de un cuarto con arneses enterrados en casi todo su cuerpo, más sin embargo como este no dice nada de que le pueda interesar a Kakihara, este último le vierte una cacerola de aceite hirviendo para hacerlo hablar pero al final nos damos cuenta que este de verdad no sabe nada (debo decir que toda la secuencia de la tortura/interrogatorio es brutal y enfermiza).

Y a partir de este punto la trama, que de por si ya era bastante enfermiza, se convierte en un juego del gato y el ratón entre la banda de mercenarios y el misterioso Ichi el asesino, en donde el macguffin inicial que planteaba Miike sirve solo de excusa para desplegar toda su imagineria visual y narrativa en donde las perversidades humanas son la constante en esta historia, además de que podremos constatar de nueva cuenta que el realizador nipón se aplica de sobremanera en la cuestión narrativa y mantiene un equilibrio al mismo tiempo en el apartado visual.


Ya que por una parte se nos presentan infinidad de personajes, los cuales son hasta cierto punto son engañosos, pues los que en un inicio se pueden percibir como los protagónicos al final son meramente secundarios (como es el caso de Ichi) al mismo tiempo que se van descubriendo otros  que se muestran como los verdaderos operadores que mueven los hilos de esta historia, como es el caso del anciano, amo y señor de la manipulación.

Es por esto que los personajes por muy breves que sean sus apariciones, son bastante enriquecedores en la trama, ya que estos no se perciben como simple relleno, incluso me atrevería a decir que gozan de bastante profundidad psicológica aunque algunos solo aparezcan quince minutos frente a cámara, por ejemplo el par de gemelos que son detectives y que trabajan para la mafia son muestra de ello, ya que los fulanos mencionados se disfrazan con atuendos muy chispeantes los cuales reflejan el momento emocional e incluso cualidades o habilidades,  un ejemplo de esto es cuando los gemelos traen puestos unos gorritos con orejitas de perro (jajajaja) que los dotan del sentido del olfato para localizar a sus enemigos.

Sin embargo los personajes que verdaderamente sostienen la cinta son los de Ichi y Kakihara (el cual se roba toda escena en la que participa) ya que del primero vamos descubriendo a base de flashbacks como es que llego a convertirse en un psicópata asesino cuando se nos narra que en su infancia Ichi presenció la violación de una de sus compañeras a manos de los abusadores del salón, empero lejos de defenderla, este se excitó, por lo que reprimió por años su sexualidad y su seguridad en si mismo, ya que este también fue un crío al cual golpeaban sus compañeros de escuela, por lo que se entiende su fascinación por el sadomasoquismo (la escena donde corta en pedazos a una mujer es muestra clara de esto) a la hora de asesinar. Es por esto que son evidentes las carencias afectivas de las cuales fue desprovisto el personaje.

Obviamente el universo contenido que significa el film de Miike es creíble y no se siente absurdo o peor aun, gratuito, pues como comentaba en un inicio Ichi El Asesino es una sátira a la condición humana, un estudio de la violencia como aspecto empíricamente humano, y como herramienta del propio hombre para entender su entorno, algo como lo que planteaba Kubrick en su Naranja Mecánica (1971) en donde se nos muestra la capacidad del ser humano para causar el mal por el puro gusto de poder hacerlo,con un discurso bastante bihilista, sin embargo a diferencia del Alex de Malcom McDowell el cual puede decidir dejar de ser un ser perverso, los personajes creados por Hideo Yamamoto estan incapacitados para cambiar su forma de ser.

Sin embargo el rollo que plantea el director nipón en esta la adaptación cinematográfica del manga de Yamamoto, respeta sus atributos tanto plásticos como narrativos, por lo que los constantes embates de humor negro, mala leche y rollos políticamente incorrectos estarán presentes durante toda la trama (todos los individuos son seres quebrados psicológicamente por lo que tratar de vislumbrar un vestigio de cordura será imposible en este viaje, jajajaja) para que el respetable que guste de estos aspectos como es el caso de un servidor, quedarán fascinados ante tan  inteligente espectáculo, pues decir que el trabajo de Takashi es velado en cuanto a sus motivaciones sería mentirles, cuando el film esta plagado del gore más brutal y el humor mas escatológico que se pueda ver, jajaja.

Así mismo otro acierto en el film, es sin lugar a dudas el apartado visual el cual no tiene desperdicio pues aquí Miike saca toda la artillería y usa los más complejos encuadres para realizar un verdadero lenguaje narrativo, como el uso de constantes tomas en picada (todo con el objetivo de transmitir de manera visual la descomposición  psicológica de los personajes), tomas bastante cerradas para causar un ambiente opresivo, apoyado también en una fotografía con tonos en su mayoría verdosas o la transición de  fotografía a color a la de blanco y negro, lo que le da la sensación a toda la historia de un entorno deprimente.

Es por esto también que el film transpira un aire a comic o manga, algo que el realizador ya ha demostrado en otros títulos de su filmografía como la alucinante trilogía de Dead or Alive, motivo para que el ritmo del film se perciba bastante fluido y desemboque en  ese descojonante  final, el cual por cierto olía a secuela (cosa que desgraciadamente no sucedió).

Así que estimado lector del Rincón de Harrison, si usted aun no ha visto este peliculón no pierda más el tiempo y vaya a su video club favorito a rentarla (la tienen en la Videoteca del  Centro cultural Los Arquitos) y descubra a este inclasificable autor llamado Takashi Miike, el cual le demostrará con este título y otros en su basta filmografía que el cine es cosa seria. Y si ya la vio haga lo que un servidor, déle otra revisión, pues créanme, Ichi El Asesino siempre tendrá infinidad de elementos, minucias en su discurso que no dejarán de sorprenderlo.