viernes, 30 de marzo de 2012

BANANAS de Woody Allen

TÍTULO ORIGINAL: Bananas
AÑO: 1971
DURACIÓN: 82 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen, Mickey Rose
FOTOGRAFÍA: Andrew M. Costikyan
MUSICA: Marvin Hamlisch
REPARTO: Woody Allen, Louise Lasser, Carlos Montalbán, Natividad Abascal, Miguel Ángel Suárez, Jacobo Morales, David Ortiz, René Enríquez, Jack Axelrod, Danny DeVito, Sylvester Stallone
PRODUCTORA: MGM
GÉNERO: Sátira. Comedia.

“Me gusta leer porno en braile”
- Fielding Mellish (Woody Allen)

Un reportero con actitud afable y correcta comienza a narrarnos lo que parece un golpe de Estado en un país bananero llamado República de San Marcos (con clara referencia a Cuba obviamente, jajaja), lugar en donde cientos de personas se han reunido para derrocar al actual dictador del lugar, acto seguido el dichoso gobernante emerge del palacio municipal y antes de decir pió es asesinado por algún sujeto que descarga varios tiros en su humanidad mientras el reportero se abre paso de entre la muchedumbre para tratar de entrevistar al casi agónico mandatario (jajaja). Instantes después y cuando el gobernador ha muerto, el informador se dirige con el que parece ser el nuevo dictador del lugar para preguntarle sobre sus primeras impresiones y este sin titubeos le confiesa que su primera acción será dar con los rebeldes para eliminarlos; después de esto el conductor televisivo se dirige al público y cierra la transmisión.

En la siguiente escena (la cual se desarrollo en la Ciudad de New York) conocemos a nuestro protagónico Fielding Mellish (Woody Allen), un torpe y tímido catador de productos que no tiene mucha fortuna para las relaciones interpersonales pues su falta de gracia física y su ineptitud para compenetrarse con el sexo opuesto lo han hecho un sujeto solitario (incluso demuestra gran incapacidad intelectiva para comprar material pornográfico en el puesto de revistas, jajaja, aunque hay que decir que este sketch es una patada en los cojones en lo referente a la doble moral en cuanto a la sexualidad, genial de verdad). El hecho es que Mellish conoce por suerte a una idealista joven llamada Nancy (Louise Lasser) la cual esta bastante inmiscuida en cuestiones revolucionarias (apoya la causa de los rebeldes de San Marcos), total que este disparejo par comienza una extraña relación de pareja que por supuesto al paso de unos cuantos días se desmorona pues en palabras de la propia Nancy, Mellish es idiota, infantil y poco eficiente en la cama por lo cual decide romper con el (jajaja).

Es asi como el taciturno Mellish decide renunciar a su inútil trabajo y tomarse unas  felices vacaciones en la Isla de San Marcos (lugar que iba visitar al lado de su amada Nancy) para olvidarse de su fallida relación, empero las cosas no mejoran para nuestro protagonista pues este sin querer se involucra en el conflicto revolucionario del país cuando el General Vargas (Carlos Montalban) el nuevo dictador del lugar, planea un complot para asesinar al nuestro querido ciudadano americano y echarle la culpa a los rebeldes para que el Gobierno de Los Estados Unidos financie el apoyo armamental para que dicho gobierno elimine a los rebeldes. Sin embargo y por azares del destino (bueno para ser más precisos, por ineptitud del ejército de San Marcos, jajaja) Mellish es rescatado por los rebeldes y puesto en cautiverio; pero para sorpresa de este y del propio espectador llegará un momento en el que nuestro cobarde protagónico tomará el control de los rebeldes (jajaja, no develaré nada para no echarlo a perder, pero los acontecimientos son hilarantes y casi surreales) volviéndose figura representativa en pro de los derechos humanos, agrarios, de igualdad, insurrectos? No lo se, el hecho es que el film se vuelve toda una orgía de sketchs que estan cargados de preceptos políticos, culturales, filosóficos, morales, etc. que no dejan títere sin cabeza.

Como bien podrá leer el distinguido, este segundo largometraje en la ya fructífera carrera de Woody Allen vuelve a demostrar esas influencias que tanto gustan al director norteamericano, por ejemplo los guiños a Charles Chaplin son innegables en lo referente al humor de pastelazo que en ocasiones se maneja, mas sin embargo dichos artilugios  sirven como catalizadores para expresar infinidad de diatribas que no dudan en presentarse en demasía sardónicos para expresar tal o cual posición ideológica; incluso Allen parece adelantarse un poco a los hechos del Watergate y esa cultura mediática de la paranoia que implementó Richard Nixón, pues si observamos aquellos aspectos narrativos en lo referente a la sobre exposición y abuso de los medios de comunicación en la vida privada de los individuos queda fielmente retratados, si no basta con analizar aquellas escenas como el inicio y por supuesto  aquel  cierre de la cinta (con sesión de sexo incluida que recuerda en demasía a la protesta de  John Lennon y Yoko Ono en pro de la paz, jajaja). Donde la desmesurada exposición de eventos es tan  evidente que el individuo queda despojado de personalidad.

O peor aun la escena del juicio donde nuestro protagonista trata de defenderse (jajaja, lo del autointerrogatorio es para partirse de risa) llega a niveles en demasía absurdos, demostrando de nueva cuenta que el individuo como tal no vale nada cuando hay intereses por encima de estos, por lo cual la integridad de este es expuesta a infinidad de violaciones y abusos cometidos en nombre de la ley, pero de nueva cuenta este pasaje cumple con creces su cometido al descubrirse bastante sardónico. Digamos que en pocas palabras Woody Allen se da a la tarea de abarcar una gran gama de aspectos antropológicos, sociales, políticos y filosóficos que son tocados con gran maestría y contados a través de chistes que pueden percibirse un tanto naif, pero que no dejan de ser incisivos gracias a una excelente implementación del slapstick.

Ahora bien el apartado interpretativo juega parte importante para que la cinta navegue por los senderos de la sátira mas fina, es por esto que la imagen física del propio Allen (bastante lerdo a simple vista) ayuda a creer dicho ejercicio cinematográfico volviéndose indudablemente una especie de Quijote en un mundo suficientemente cínico y pesimista (con la diferencia que por lo menos aquí nuestro querido amigo por lo menos se queda con la chica, jajaja), al igual que los secundarios que secundan con habilidad y carisma a nuestro protagonista (aunque siendo franco su servidor aquí si demuestra un poco de oscurantismo en cuanto a los actores que colaboran con Allen, pues solo reconoce a Carlos Montalbán). Por supuesto los aspectos técnicos como la fotografía y encuadres destilan originalidad y le imprimen esa cadencia a una historia en exceso hilarante, los aspectos narrativos  y su fluidez también estan bien resueltos haciendo que la historia se vaya como agua al tiempo que no se le da tregua al espectador para aburrirse, empero los aspectos neurálgicos de la historia jamás se pierden.

Asi mismo es importante recalcar la importancia que juega la banda sonora compuesta por Marvin Hamlisch, pues este aspecto tan importante mantiene el ritmo y ejerce como hilo conductor del film, al tiempo que  le imprime cierta intención a varios pasajes, por ejemplo la jocosa escena del puesto de revistas porno o la reunión de Mellish (Allen) con los aristócratas de San Marcos son muestra de esto. Ya para finalizar debo decir (de nueva cuenta y más convencido) que usted no debe perderse la obra de éste macizo director el cual ya desde su primer trabajo llamado Toma el Dinero y Corre (1969) se instauraba como un genio de la comedia de situaciones, claro sin perder ese ápice de cuestionamientos a los aspectos humanos más intrínsecos.

Por supuesto esta demás decir que usted no debe perderse Bananas pues encontrará en esta ácida e hilarante comedia un sano divertimento, se los aseguro. Como dato curioso, si el de la primera imagen es Sylvester Stallone en uno de sus primeros papeles histrionicos.


 

jueves, 22 de marzo de 2012

DC UNIVERSE: JUSTICIE LEAGUE, DOOM

TÍTULO ORIGINAL: Justicie League: Doom
AÑO: 2012
DURACIÓN: 76 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Lauren Montgomery
GUIÓN: Dwayne McDuffie
FOTOGRAFÍA: Animation
MUSICA: Christopher Drake
REPARTO: Animation
PRODUCTORA: Warner Bros. Animation / Warner Premiere / DC Comics
GÉNERO: Animación.


Lejos han quedado  aquellos años mozos en los que los superhéroes  de la vieja guardia como Superman, Batman, La Mujer Maravilla, Flash o Linterna Verde eran concebidos como entes bonachones desprovistos de sentido común para ser usados como panfletos políticos en pleno auge de una segunda guerra mundial, sobre todo si nos remostamos a la edad de plata (entre 1950 y 1965) donde a través de historias simples dichos personajes resolvían conflictos del cotidiano de una sociedad norteamericana que se encontraba cegada por la reciente y embriagante cultura del consumo que les proveía el poderoso american way of life, el cual se había instaurado supuestamente para quedarse, hasta que llegó la lúgubre década de los  años setentas donde la sociedad vio como se derrumbaban sus ideales con la  guerra de Vietnam. El hecho es que estos rasgos culturales se ven reflejados en aquella serie televisiva de 1979 llamada Super Friends, (auspiciada por la siempre sagaz y otras tantas castrante empresa Hanna-Barbera) en la cual los protagonistas conformaban un equipo que unía sus fuerzas para vencer a la llamada Legión del Mal que estaba encabezada por el insoportable Lex Luthor y un grupo de compinches en los que figuraba otro castrante Brainac. Sin embargo y cabe hacer mención que dicha serie era en demasía pueril tanto en tratamiento de personajes como en  historias por lo cual el que esto escribe solo conserva dicho material audiovisual por su valor nostálgico (pues sus valores artísticos la verdad son en demasía precarios).

Como sea, el nuevo trabajo audiovisual de la directora Lauren Montgomery (Batman Año Uno, 2011, Superman/Batman: Apocalipsis, 2010) quien a cada proyecto emprendido demuestra que conoce el medio bastante bien, desarrolla una sólida y entretenida cinta basada en el comic del mismo nombre con algunos guiños bien tratados a la serie mencionada con anterioridad (que los villanos planeen sus fechorías en su base secreta dentro de un pantano puede parecer jocoso pero aquí esta bien resuelto), más sin embargo y como ya es costumbre en estos proyectos se hace patente la intención de crear productos maduros por lo cual los personajes son dimensionados como seres creíbles (dentro de lo fantástico de su entorno) y por ende se despojan de ser simples arquetipos. La historia es la siguiente, Batman (voz de Kevin Conroy) investiga el robo a una joyería donde una peligrosa banda de maleantes utiliza tecnología bastante avanzada para desarrollar dichos atracos, motivo por lo cual el verdadero leif motiv del murciélago  es descubrir quien esta proveyendo de dichos artilugios tecnológicos a delincuentes comunes.

Acto seguido Batman se enfrenta solo a la banda de estos peligrosos sujetos que estan a punto de despacharse al cínico y mal encarado encapotado cuando comienza a verse superado en numero de contrincantes, hasta que arriban en su ayuda los demás miembros de la JLA como Superman (voz Tim Daly), Wonder Woman (voz de Susan Einsenberg), Linterna Verde (voz de Nathan Filion), Flash (voz de Michael Rosenbaum) y Detective Marciano (Carl Lumby) por lo que terminan por someter a los villanos. Desgraciadamente ni las tácticas de Wonder Woman ni los poderes de Detective Marciano logran sacarles nada sobre el origen de las armas a los malhechores, por lo cual después de entregar a estos a la policía los superhéroes se retiran, sin embargo Batman no queda muy convencido pues sospecha que en todo este embrollo hay gato encerrado. Y de vuelta en la batucueva el murciélago decide retirarse a sus aposentos, y es en ese momento que el respetable descubre que lo del robo fue solo una artimaña para que el villano Mirror Master (voz de Alexis Denisof) ingresara a la base de operaciones de Batman y asi poder robar información importante sobre las debilidades de los miembros de la JLA, y es que el caballero de la noche a planificado durante años y en base a las debilidades de sus compañeros, un plan de contingencia en el cual podría eliminar a cada uno de estos si por alguna razón se volvieran un peligro para la humanidad.

Ahora y con la información obtenida, el maléfico Vandal Savage (voz de Phil Morris) planea deshacerse de los héroes para instaurar una nueva era en la cual una tercera parte de la humanidad, los sistemas políticos, sociales y económicos desaparecerán en aras de  erguirse como el único líder mundial por lo cual convoca a un séquito de supervillanos a los cuales les ofrece una considerable cantidad de dinero y la oportunidad de vengarse por viejas cuentas pendientes, por lo cual villanos de la envergadura de Bane (voz de Carlos Alazraqui), Cheetah (voz de Claudia Black), Metallo (voz de Paul Blackthorne) y Safiro (Olivia Dabo) aceptan el desafió, y es en  esos momentos  que se pone en marcha el maquiavélico plan por lo cual el respetable se pregunta ansiosamente si los lazos de amistad y la integridad que tanto ha caracterizado al grupo de héroes será suficiente para prevalecer ante tan lúgubre panorama.

Como el respetable podrá leer el planteamiento de la historia se antoja bastante atractivo sobre todo cuando se esbozan aspectos tan interesantes como la vulnerabilidad de los protagonistas, la traición de confianza por parte del murciélago en aras de una seguridad que se antoja en demasía fascista y la inminente desaparición de estos ante una amenaza superior, sin embargo las buenas ideas no siempre dan como resultado buenas cintas ¿verdad? y con esto su servidor no quiere decir que JLA: DOOM no cumpla los estándares de calidad de sus predecesoras, más sin embargo con toda la fluidez y buen manejo de la narrativa empleada por sus realizadores podemos encontrar semblantes descriptivos a nivel argumental que hacen que la historia pierda cierta credibilidad, por ejemplo en ocasiones los puntos débiles de cada superhéroe que explotan sus contrapartes se perciben un tanto forzadas, como hechas al vapor pues lejos de las engaños que sortea Batman contra su Némesis Bane,  los enfrentamientos entre Wonder Woman y Cheetah e incluso la trampa que le tiende Mirror Master a Flash son pasables, emocionantes y conservan cierto ápice de zozobra par con el espectador.

Desafortunadamente no pasa lo mismo con las ofensivas en donde interviene Superman, quien perece ante la herida que le provoca una bala de Kriptonita y por supuesto a su total confianza en la raza humana (el cual siempre y no dejaré insistir pierde muchos de sus rasgos cuando interactúa con los demás miembros de la JLA), Detective Marciano (quien sucumbe ante los encantos de una hermosa mujer ¿Quién no? que termina por ser Ma`alefa àk)  y Linterna Verde, este último personaje quizá sea el que sufra el tratamiento más pueril y hasta sonrojante pues es vencido de tal forma que uno nunca esperaría que el duro Hal Jordan, representación de integridad y coraje lloraría como un bebe al ser doblegado por la hermosa y mortífera Safiro en un juego de engaños que solo El Espantapájaros lograría con su archienemigo Batman. En fin, dejando de lado estas inconsistencias debo añadir que el film se deja ver pues cuenta con las suficientes dosis de acción representadas en una serie de secuencias bien diseñadas y coreografiadas (si cabe el término), algunos pasajes que destilan inteligentes y mordaces diálogos como el que sostienen Superman y Batman casi al cierre del film, el cual sustenta la tesis de por que debe existir la agrupación de superhéroes.

Asi mismo otro de los puntos favorables del trabajo de la directora Montgomery y su equipo creativo es por supuesto el diseño psicológico y físico de tan distinguidos personajes quienes cuentan con carisma y personalidad (los cuales no exageran en la estilización visual de los mismos conservando sus rasgos), aunque eso sí en este tipo de tramas algunos siempre sobresalen mas que otros, como vuelve a suceder con el personaje de Batman (todo un roba escenas) pues de nuevo su inteligencia y falta de escrúpulos (o ambigüedad moral como gusten llamarlo) hacen que el equipo  de La Liga de la Justicia Americana salga airosa, demostrando de nueva cuenta que el murciélago siempre será la ecuación que los salve de tan ominosos panoramas (como queda constatado en Superman/Batman: Apocalipsis), convirtiendo en una paradoja al equipo que lidera el último hijo de Kriptón; al tiempo que se agradece que La Legión del Mal no sea un grupo de villanos estúpidos (como en la serie de los setentas) y sus motivaciones se perciban creíbles. Por otra parte el casting elegido para esta nueva aventura del escuadrón de la DC vuelve a llenarse de viejos conocidos como Kevin Conroy, Tim Daly o Nathan Filion en los personajes de Batman, Superman y Linterna Verde respectivamente, o como es el caso de  Carlos Alazraqui como Bane (quien ya había participado en Justicie League Unlimited como Hawkman).

Ya para finalizar diré que JLA: DOOM pasa la prueba de entretenimiento sólido como adaptación del comic al formato de video, y obviando las limitantes del propio medio como la compresión del tiempo para explorar las diversas aristas de las tramas sale bien parada. Asi que  no me queda más que recomendar esta disfrutable cinta para pasar un buen rato y por supuesto esperar con ansias el siguiente proyecto de la DC (mientras tanto conseguiré el Batman: Year One, 2011 el cual tengo todavía pendiente).


domingo, 18 de marzo de 2012

MUERO POR TI de Woody Allen

TÍTULO ORIGINAL: Anything Else
AÑO: 2003
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen
FOTOGRAFÍA: Darius Khondji
MUSICA: Varios
REPARTO: Jason Biggs, Christina Ricci, Woody Allen, Stockard Channing, Danny DeVito, Jimmy Fallon, KaDee Strickland
PRODUCTORA: Dreamworks Pictures / Gravier Productions
GÉNERO: Drama. Comedia.


¡Ah el amor! ese “sentimiento” tan universal que solo pueden darse el lujo de profesar los seres humanos, el cual logra convertirlos en “mejores” personas cuando sacian sus más íntimos deseos pasionales, sexuales e incluso religiosos, una virtud que se instaura en el individuo  como una especie de droga que los mantiene funcionales en entornos o situaciones adversas por lo cual el amor sin duda ha perneado en la sociedad contemporánea de occidente, incitando a generaciones a subsistir proveyéndolos de esperanza en una sociedad cada vez más industrializada por lo cual no es casualidad que gente como John Lennon, Alejandro Jodorowsky e incluso “El Peje” (jajaja) vieran en esta probidad el único medio de trascendencia de la raza humana (por supuesto obviando las puerilidades miopes de la cultura mercantilista de los últimas décadas).

Sin embargo y como también plantea el maestro Woody Allen, el amor es igualmente un ente destructivo cuando el sentimiento de pureza se torna en obsesión (como se explora en algunos momentos de su filmografía) acarreando sin lugar a dudas infinidad de desgracias o desventuras (en el mejor de los casos) a quienes tienen la desdicha de sufrir ese fenómeno llamado “desamor”, y es asi como llegamos a esta ácida y divertida comedia llamada Muero por Ti, en la cual Allen explora de forma eficaz y sarcásticamente los procesos culturales, sociales, morales  y por supuesto emocionales del individuo al quedar expuesto ante este tipo de relaciones interpersonales. La historia nos presenta a nuestro protagonista Jerry Falk (Jason Biggs), un joven escritor que diseña skectches para comediantes de la escena artística neoyorquina que ha comenzado a hacerse de cierta reputación en el mainstream gracias (supuestamente) al arduo trabajo de su representante Harvey Wexler (Danny DeVito) un vendedor de trajes con aspiraciones de agente (jajaja).

Pero no todo es miel sobre hojuelas para Jerry ya que éste pasa por un momento de crisis creativa y existencial gracias a que su novia Amanda (Christina Ricci) parece ya no estar demasiado interesada en su relación (la cual siempre estuvo llena de pasión sexual, jajaja) por lo cual nuestro protagónico encuentra en David Dobel (Woody Allen) un veterano y neurótico cómico del medio, el soporte emocional  para verter sus dudas y anhelos existenciales, empero con todo y esto el atormentado Jerry no logra sentirse mejor ya que tiene un gran problema, no es capaz de terminar sus relaciones aunque estas sean en demasía dañinas para el, por ejemplo lleva cinco años con su terapeuta (jajajaja) sin obtener cambios significativos, su relación con Harvey (DeVito) no lo deja avanzar a nivel profesional  por lo cual  no cancela su contrato con el para no hacerle daño y por si fuera poco su novia Amanda (quien lo ha engañado infinidad de veces) esta a punto de romper con él.

Pero esto  no es todo pues cuando nuestro protagónico piensa que la cosa no podía ir peor, la madre de Amanda (Ricci) llega al pequeño departamento de la joven pareja para causar más caos en la vida de estos. Como podrán leer estimados lectores el guión que plantea Allen sigue caminos conocidos por el realizador tanto en situaciones, guiños intelectuales (de nuevo encontramos citas a Cole Porter, Fitzgerald y Buñuel por ejemplo) y por supuesto al planteamiento psicológico de los personajes, aspectos que muchos neófitos califican como un fastidio por decir que el director Bananas hace siempre lo mismo en todas sus cintas (como si los timos argumentales que nos venden Spielberg o Michael Bay maquilados con costosísimos efectos especiales fueran toda una revelación), más sin embargo y aunque se encuentra una constante en la dialéctica de la obra del director neoyorquino ningún film es igual; por tal motivo la solvente interpretación de un veinteañero Jason Bigss en su fase de post American Pie refresca de alguna manera esta historia de amor y desencuentros, en la cual sin lugar a dudas los mejores momentos del film son en los que aparecen a cuadro Biggs y el propio Allen como mancuerna ya que estos se reservan los mejores chistes, como por ejemplo el incidente vial que sostiene esta par contra dos obesos bribones o el gag del policia muerto casi al cierre del film son destornillantes e incisivos por lo cual el respetable se parte de la risa.

Por supuesto volvemos a encontrar esos cuestionamientos tan recurrentes que el autor hace a temas tan turbios como la religión (los chistes sobre ateismo y judaísmo son para morirse de risa), la sexualidad o las encrucijadas que depara un medio tan perverso como lo es el artístico desde una perspectiva muy mordaz y divertida. Asi mismo y obviando las comparaciones en la filmografía del propio director, debo acotar que la galería de personajes tal vez sea la más disfuncional a nivel psicológico (jajaja) pues todos se encuentran quebrados emocionalmente motivo por lo cual tanto sus exaltaciones y pathos enriquecen estos y por ende hacen del film un compendio de situaciones hilarantes.

Y esto se logra gracias a la buena dirección de actores por parte de Allen pues sin esta los personajes no pasarían de ser simples rostros populares encarnando personajes clichés por lo cual es importante mencionar que todos los performance están geniales, comenzando por un comprometido Jason Biggs que además de destilar su carisma de  nerd judío (jajaja) logra meterse en la piel de un personaje tan sinuoso a nivel emocional como lo es su depresivo Jerry sin volverlo ridículo. En el mismo tono se encuentra la sublime interpretación de Christina Ricci como la maniaca y voluble novia (jajaja) que hace de la vida de Jerry una miseria pues la joven actriz de impúber rostro (el cual a su servidor ha causado siempre cierta perversión, jajaja) se explaya a niveles tales que logra causar en el respetable cierta antipatía por lo enfermizo y delicioso de su personaje, haciendo que este se torne inolvidable por las implicaciones personales de cada individuo,  motivo por lo cual debo decir que la joven pareja sostiene bien el peso de la trama apoyados en las solventes intervenciones de los veteranos DeVito y Stockard Channing (ambos representando otras vertientes de las manías del ser humano); y por supuesto las hilarantes apariciones del propio Allen como el neurótico David poner esa cereza en el pastel para redondear el film.

Ya   para finalizar mencionare que el estimado Woody vuelve a desarrollar su historia en su amada ciudad de Nueva York, ¿no podía encajar en un mejor lugar una fábula sobre comediantes trastornados, amores imposibles, fracasos profesionales y los constantes cuestionamientos sobre la vida misma? O tal vez como decía el sabio personaje de un taxista de aquella cosmopolita ciudad, a todas estas disertaciones y problemáticas la solución es tan simple "como todo lo demás" frase sabia que entenderán cuando vean este exquisito film; así que estimado seguidor de El Rincon de Harrison si usted aun no ha visto Muero Por Ti, no lo piense más y consígala para dejarse llevar por la singular, sarcástica y humana visión de uno de los directores más importantes de la cinematografía universal, el siempre indispensable Woody Allen.


miércoles, 14 de marzo de 2012

ROCKY V de John G. Avildsen

TÍTULO ORIGINAL: Rocky V
AÑO: 1990
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John G. Avildsen
GUIÓN: Sylvester Stallone
FOTOGRAFÍA: Steven Poster
MUSICA: Bill Conti
REPARTO: Sylvester Stallone, Talia Shire, Burgess Meredith, Burt Young, Sage Stallone, Tommy Morrison, Richard Grant
PRODUCTORA: United Artits
GÉNERO: Drama. Acción.

“Aguanta un round más. Tú eres el campeón. Solo un round más.
Levántate hijo de perra, ¡Por que Mickey te quiere!”
- Mickey (Burguess Meredith)

El año de 1990 representaría de alguna manera y como si de un presagio se tratara, el inicio del declive en la carrera del buen Sylvester Stallone quien después de entregar una serie de cintas con el sello de la casa y demostrar que seguía siendo el héroe de acción por excelencia (al menos en el mainstream hollywoodense pues Chuck Norris seguía repartiendo hostias en el mundillo de la serie b, jajaja) con títulos como Cobra (Cosmatos, 1986), Halcón (Menahem Golan, 1986), Rambo III (Peter Macdonald, 1988), Tango y Cash (Konchalovsky, 1989) y Condena Brutal (John Flynn, 1989), sería Rocky V  con el que paradójicamente el actor norteamericano comenzaría a perder ese brillo de súper estrella que conservara en la década de los ochentas; aunque todavía la nueva década le depararía sólidas cintas de entretenimiento como El Demoledor (Marco Brambilla) y Máximo Riesgo (Renny Harlin) del año 1993 y aquella infravalorada Copland de James Mangold de 1997 en la cual Stallone logrará una de sus mejores interpretaciones al encarnar a un obeso y taciturno sheriff de un poblado de Nueva Jersey.

Pero volviendo a Rocky V, Sly pensaba cerrar de manera definitiva y honrosa la saga del boxeador de origen italiano con el objetivo (menciona el propio histrión en alguna entrevista) de agradecer todo lo bueno que le había proveído dicho personaje, motivo por lo cual vuelve a trabajar con el director John G. Avildsen (quien hasta ese momento solo tenía como trabajos medianamente decentes la trilogía de Karate Kid) con la intención de rescatar ese aire de película independiente con el que contaba el film original, y por supuesto para centrarse de nueva cuenta en los conflictos emocionales y familiares del protagonista, pues como ustedes sabrán estos se habían dejado de lado para enaltecer la figura heroica del mismo a niveles de action man, si no basta con revisar la entretenida y excedida Rocky IV (1985). Pero comencemos, esta secuela comienza exactamente donde termina su antecesora (como ya es costumbre en la saga de Stallone), mostrándonos los instantes finales de la cruenta batalla que Rocky Balboa (Stallone) sostiene contra su más duro y peligroso rival, Iván Drago (Dolph Lundgren). 

Sin embargo los estragos del combate han dejado bastante dañado a nuestro protagonista, ya que cuando regresa a los Estados Unidos (después de dos meses de preparación en Rusia) le es detectado una especie de daño cerebral que pone en peligro su salud, pero esto no es todo ya que Rocky también se entera que ha quedado en la quiebra cuando su cuñado Paulie (Burt Young) le ha firmado un poder al contador del primero para hacer uso de su fortuna, motivo por lo cual el semental italiano piensa regresar a los cuadriláteros aunque oficialmente se encontraba retirado (desde la tercera entrega, jajaja) para ganar unas cuantas peleas para recuperar un poco de dinero; sobre todo cuando un ambicioso promotor llamado George Washington Duke (Richard Grant) aprovecha la desgracia monetaria de Balboa con el objeto de explotar su imagen para enfrentarlo con el actual campeón, un pelele llamado Union Cane (Michael Williams). Empero el buen juicio de Adrian (Talia Shire) hará recapacitar al buen Rock para no poner en riesgo su integridad física, por lo cual la familia Balboa regresa a su antiguo barrio en Filadelfia a readaptarse a su nueva vida, es por este motivo que Rocky reabre el viejo gimnasio que le heredo el buen Mickey (Burguess Meredith) para ganarse la vida entrenando jóvenes boxeadores, por lo cual ahí conoce a un joven llamado Tommy Gunn (Tommy Morrison), un boxeador callejero con hambre de triunfo, al cual con el paso del tiempo Rocky adoptará como pupilo, lo que provocará que nuestro protagónico reviva viejas glorias  cuando ambos peleen por el titulo (como maestro y aprendiz), hasta que el soez Duke (Richard Grant) vuelva a entrar en escena para enfrentar a ambos peleadores en aras de dividendos monetarios.

Si uno lo analiza el planteamiento argumental de la historia  no está del todo mal, incluso el primer tercio del film se percibe fluido y creíble, con toda esa gama de  conflictos morales y emocionales a los que se pretende enfrentar al protagónico, por ejemplo Rocky  tiene que encontrar de nueva cuenta una forma de subsistir tanto a nivel económico pero aun más importante a nivel personal pues el hecho de que se halle desprovisto físicamente  para volver a pelear lo conflictúa en demasía haciéndolo cuestionarse su estancia en el plano terrenal; por lo cual incluso descuida la relación son su hijo (Sage Stallone) y esto se debe a  que Balboa no sabe hacer otra cosa más que batirse a golpes en un cuadrilatero. De ahí que cuando conoce al novato boxeador Tommy Gun (Morrison), este encuentra una motivación para seguir adelante, empero este aspecto (el cual significa el punto nodal de la historia) se trata de manera muy subjetiva (por encima vamos) ya que el personaje que interpreta el boxeador Tommy Morrison esta bastante mal dibujado, ya que no se explora en su pasado (solo se menciona que lo maltrataba su padre) por lo cual sus motivaciones y sus actos se perciben en demasía forzados sobre todo cuando se enfrenta a Balboa en el tercio final de la historia.

Cosa que no sucedía en la original donde el espectador logra identificarse con Rocky gracias a su diseño psicológico, y es que si uno lo analiza Tommy Gun es una especie de Balboa solo que éste esta diseñado de forma tan desafortunada, sin respeto alguno (como cualquier villano arquetípico) que al final solo se descubre como el siguiente rival al cual debe vencer nuestro protagonista. Cosa que también pasa con el insoportable George Washington Duke (un sobreactuado Richard Grant), personaje que pudo haber dado para más si no se presentará tan exagerado, pues este representa (de manera bastante pueril) el lado oscuro del deporte, donde los promotores sin escrúpulos se enriquecen a costillas de los inexpertos e ignorantes peleadores que buscan el estrellato rápido, sin embargo como decía el performance y perfil del personaje que hace clara alusión Don King es tan exasperante que se vuelve una caricatura, por lo cual se diluye el sentido crítico que buscaba dicha presentación del personaje.

Así que como podrán ver la historia avanza a trompicones aunque se recupera el drama del film original en parte (relación entre Adrian, Rocky y Paulie), desgraciadamente y así lo percibe su servidor, de nueva cuenta la actuación de Stallone se vuelve a percibir algo cargada, artificial (como ya se venía vislumbrando desde la segunda parte), y es que Sly sobreactúa en algunos tramos del film haciendo que su Rocky se vuelva algo forzado y despojado de frescura, ¿pero que le vamos a hacer? por lo menos Burt Young sigue en su línea de ebrio tío gandaya (jajajaja) y Talia Shire vuelve a recuperar cierto peso en la trama. Ya lo que se refiere a la actuación del joven Sage Stallone, pues esta en la línea de su padre (jajaja) supongo que es de familia. Ahora bien y dejando de lado las fallas innegables del film, debo decir que como todas cintas de la saga estas tienen “algo” que provocan que se pasen medianamente por alto estas, llámenlo nostalgia o placer culpable, lo cierto es que cuando Balboa vuelve a liarse a golpes para defender lo verdaderamente importante (el honor y la verdad), al tiempo que suena por última vez (todos lo suponíamos) el ya mítico himno “Gonna Fly Now”, mientras escuchamos las sabias palabras de aliento de un fallecido Mickey (Burguess Meredith) que aparece cual Obi-Wan Kenobi para alentar a su joven padawan (jajaja), es inevitable que la piel se ponga de gallina y el respetable que haya crecido con estos filmes se emocione.

Inclusive uno puede pasar por alto que la famosa pelea (ahora callejera) tal vez sea una de las menos inspiradas e inverosímiles de la saga (por lo menos esta mejor coreografiada que el truño de la tercera parte contra Clubber Lang), o tal vez el listón de la batalla contra Iván Drago (Lundgren) quedo muy alto; como sea el enfrentamiento entre Rocky y Tommy Gun cumple su cometido y hace que la cinta cierre de manera satisfactoria la cinta, más no la saga por supuesto, ya que quedan en el aire infinidad de arcos argumentales sin cerrar. Ahora bien, pasando al trabajo de Avildsen detrás de cámaras hay que decir que la cinta recupera esa estética lúgubre y pesimista del Rocky original, de nuevo el viejo barrio de la ciudad de Filadelfia toma relevancia con sus descuidados callejones y caminos desmantelados donde nació la leyenda del semental italiano.

Así mismo la edición y el montaje, la iluminación y la composición de planos (por mencionar algunos aspectos técnicos) se tornan de nuevo clasicista (contrario a los que había hecho el propio Stallone con su videoclipera entrega anterior), motivo por lo cual tanto el ritmo narrativo como la estética de la cinta se perciben correctos. En pocas palabras se puede decir que John G. Avildsen cumple su labor como director y cubra sin mayor problema su cheque, más sin embargo el filme se queda a medios gas gracias a un guión lleno de situaciones  tópicas, personajes en demasía planos y por su puesto un final bastante descafeinado que no le hace justicia ni a la mitología del personaje ni a la saga (incluso el tema "Measure of a Man" de  Elton John en los creditos finales se percibe floja).

Sin embargo como mencionaba con anterioridad, aquellos chispazos de honestidad y nostalgia que por momentos destila la historia como aquella escena donde Rocky recuerda con cierta tristeza  los consejos que le decía el viejo Mickey en un derruido gimnasio, la visita de este y Tommy con el padre de la Iglesia del barrio que les da la bendición cuando entrenan o incluso las batallas que  Gun sostiene en su ascenso al campeonato, hacen llevadero el visionado de este fallido intento de despedir al mítico personaje de manera satisfactoria. Ya para finalizar debo decir que Rocky V entretiene, en ocasiones decepciona a veces emociona, empero no logra quedarse en la memoria del espectador después de su visionado, es por este motivo que el propio Stallone al no estar satisfecho con los resultados (pues tanto público como crítica denotaron cierto hastío en una formula ya muy gastada) decidiría volver a dirigir la despedida definitiva de su icónico personaje de manera grata cuando el mundo pensaba que ya nadie necesitaba volver a ver al viejo garañón italiano una vez más en la pantalla plateada, por lo cual tendrían que pasar dieciséis años para el honroso adios de este tipo que jamás de da por vencido, pero esto es otra historia.



miércoles, 7 de marzo de 2012

EL ARTISTA de Michel Hazanavicius

TÍTULO ORIGINAL: The Artist
AÑO: 2011
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Michel Hazanavicius
GUIÓN: Michel Hazanavicius
FOTOGRAFÍA: Guillaume Schiffman (B&W)
MUSICA: Ludovic Bource
REPARTO: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, James Cromwell, John Goodman, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Malcolm McDowell, Joel Murray, Ed Lauter, Beth Grant, Bitsie Tulloch, Ken Davitian
PRODUCTORA: Wildbunch / La Petite Reine / Studio 37 / La Classe Américaine / JD Prod / France3 Cinéma / Jouror Production / uFilms
GÉNERO: Drama. Comedia.


Es muy probable que jóvenes espectadores vean a El Artista como un titulo extraño y hasta cierto punto exótico (por no decir extemporáneo históricamente al ser un film mudo), sin embargo y como bien decía mí estimado maestro de cine Juan Pablo Martínez,  sin gente tan valiosa y visionaria como D.W. Griffith, Fritz Lang, Búster Keaton y por supuesto el propio Charles Chaplin (creadores implacables del séptimo arte de principios del siglo XX) no existirían siquiera los Rambos, los Duros de Matar,  las Star Wars y toda esa gama de cine post modernista en ocasiones llamado “sofisticado” y por que no decirlo palomero, que tanto gusta a las grandes masas, de ahí que ahora el film de Michel Hazanavicius se descubra como una obra “original”, fascinante y honesta dirán muchos expertos de la materia. Lo cierto es que después de visionar dicha propuesta audiovisual su servidor quedo con sensaciones encontradas pues aunque descubrió una cinta agradable y cuidada a nivel plástico tanto visual, no pudo evitar sentir ese maldito dejo de dejavú que ha dejado dicha experiencia sensorial.

El argumento es el siguiente, George Valentín (Jean Dujardin) es el artista de cine mudo más famoso de los años veinte, un héroe, un referente cultural que inspira a la sociedad, los hombres quieren ser como el y las féminas lo desean. Y es que Valentín es un sujeto gallardo, con una personalidad arrolladora y por supuesto actúa como nadi, ya sea en complejas secuencias de acción, mostrando sus encantos en el baile o demostrando cualidades dramáticas (como el respetable podrá ver en ese inspirador inicio del film), eso si siempre acompañado en sus aventuras por su fiel amigo Uggie (un perrito). Total que nuestro protagonista goza de las mieles de la fama hasta que se da la inevitable transición del cine mudo al sonoro por lo cual George Valentín al no adaptarse a dicho cambio (pues cree que el verdadero arte de crear emociones esta en la vieja escuela, no por nada el propio Chaplin tardaría casi dos décadas en adaptarse al cine sonoro con El Gran Dictador, 1940) quedará confinado al olvido cuando el público vea en el nuevo cine un acontecimiento diferente.

Sin embargo no todo está perdido para George (Dujardin) pues este encontrará en Peppy Miller (Berenice Bejo) la actriz de moda (a la cual por cierto ayudo nuestro protagonista tiempo antes cuando el era una estrella) una aliada para regresar a las pantallas cuando le haga ver que tal vez el cambio en la industria no sea del todo negativo. Y básicamente esta sería la premisa de esta disfrutable cinta de la cual lo más conveniente es no revelar más sobre su tesis, si no entregarse al maravilloso espectáculo que nos presenta el director Michel Hazanavicius, el cual a través de esos hermosos y portentosos fotogramas filtrados en blanco y negro desprenden nostalgia, amor y aprecio por una epoca ya lejana, el dorado Hollywood de los años veinte (no es casualidad que se utilicen los clásicos carteles con texto entre escena y escena para enunciar ciertas ideas, asi como las transiciones que se funden en negro igualmente como las cintas de la época). De ahí que el aspecto más plausible del titulo sea sin lugar a dudas la recreación de la epoca y una puesta en escena en demasía cuidada, donde el realizador francés nos transporta a esa epoca en donde los intérpretes contagiaban al espectador a través de unas soberbias actuaciones físicas para transmitir tales o cuales emociones.

Por lo tanto y aquí es donde el filme también goza de gran calidad, esto en lo referente a las interpretaciones donde su servidor debe resaltar la del histrión Jean Dujardin, actor que logra hacerse del personaje de Valentín para transformarlo en un verdadero personaje de carne y hueso con anhelos e inquietudes, un tipo que lucha por encontrar de nuevo su lugar en ese plano existencial que significa el cine. Es por este motivo que Dujardin logra conquistar a la audiencia gracias a una deliciosa interpretación que rescata los mejores modismos del cine clásico (la implementación del gag y  el slapstick), al tiempo que se puede comprobar que este goza de gran carisma para con el respetable, de ahí que la química entre el y la actriz Berenice Bejo se perciba natural, pues ésta tan bien logra mimetizarse con su personaje; por cierto también aparecen por ahí un divertido John Goodman como el estricto y visionario productor, Penelope Ann Miller en un pequeño papel e incluso Malcom McDowell en una especie de cameo, todos ellos realizando interpretaciones de verdad solventes. Eso si, mención a parte merece la magistral banda sonora compuesta por Ludovic Bource la cual además de ser bastante distinguida cumple una función primordial en toda la cinta, dotar de ritmo e intención a la misma, ya que sin ésta la película definitivamente no funcionaria.

Como es de esperarse el film ha ganado infinidad de adeptos (y como ya sabrán los premios más importantes de La Academia) gracias a esa visión romántica que destila dicho trabajo tanto en forma como en fondo, por lo cual el que esto escribe puede decir que lo mejor del film de Michel Hazanavicius es sin duda haberse arriesgado a desarrollar un film de tales características en una época donde la generación cibernauta (extiéndase twitteros y facebookeros) parece estar embriagada en orgías visuales de un mancillado y cada vez más quimérico 3D,  propuestas reciclables de algún ambicioso Sr. Lucas que no  teme mostrar su avidez económica al seguir explotando sus viejas glorias o en el mejor de los casos, con historias vacuas que no aportan nada y solo significan producciones de usar y tirar.

Sin embargo tendría que refutar solo un aspecto (¿pero que diablos dice este sujeto si acaba de explicar que el film es asombroso? se preguntará el respetable) y este sería tal vez que la gestación de la propia cinta es innecesaria ¿no creen? (¡¿?!), sobre todo cuando existe un sinfín de material original como los de los autores mencionados al inicio de esta entrada, empero supongo que El Artista al menos incitara a nuevos espectadores a revisar dicha basa  y por supuesto se agradece que este filme se divise eso sí, como un trabajo honesto, una carta de amor a la propia cinefilia y  que no haya resultado una pifia como aquel experimento que realizara Steven Soderbergh en 2006 con su cinta El Buen Alemán (una de sus obras más flojas por cierto), la cual era hermosa a nivel visual (inclusive el director norteamericano utilizo las cámaras que se usaban en los años cuarentas para captar la atmosfera y estética de la época) pero falta de alma y profundidad emocional, tanto discursiva.

Así que para finalizar debo decir que no, no debe perderse esta atípica cinta ¿retro? Pues como explicaba cuenta con la suficiente honestidad, alma y vehemencia por el séptimo arte que indudablemente si usted es amante del cine, la disfrutará. Ahora solo espero el siguiente proyecto de Michel Hazanavicius para comprobar si se puede desarrollar en otro tipo de cintas (después de investigar un poco sobre su carrera en su natal Francia uno supone que domina este género) y por supuesto seguir la carrera del carismático actor Jean Dujardin, el cual no dudo se convierta en el nuevo y solicitado galán de Hollywood, pues supongo que por su presencia y carisma ya tendrá infinidad de adeptos femenínos, si no basta con preguntarle a mi esposa la cual ya le ha dado su aprobación (jajaja).


viernes, 2 de marzo de 2012

CINE TERROR: NOCHE DEL MIEDO (2011)

TÍTULO ORIGINAL: Fright Night
AÑO: 2011
DURACIÓN: 106 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Craig Gillespie
GUIÓN: Marti Noxon (Remake: Tom Holland)
MUSICA: Ramin Djawadi
FOTOGRAFÍA: Javier Aguirresarobe
REPARTO Anton Yelchin, Colin Farrell, David Tennant, Imogen Poots, Toni Collette, Christopher Mintz-Plasse, Dave Franco, Emily Montague, Sandra Vergara, Chris Sarandon, Grace Phipps
PRODUCTORA: DreamWorks SKG / Gaeta / Rosenzweig Films / Michael De Luca Productions / Reliance Big Entertainment
GÉNERO: Terror.



Su servidor siempre ha pensado que los mentados remakes son innecesarios, una total perdida de tiempo y por que no decirlo, una completa falta de respeto hacia el espectador por parte de los ejecutivos de los grandes estudios que solo ven en estos una forma más de seguir exprimiendo la gallina de los huevos de  cintas que con el paso del tiempo se han vuelto de culto, por lo cual creen que dándoles alguna barnizada de modernidad dichos productos podrían funcionar con las nuevas audiencias. Sin embargo es obvio que dichas cintas estan condenadas al fracaso y por ende al olvido salvo honrosas excepciones como por ejemplo, La Cosa de Otro Mundo de John Carpenter (1982), La Mosca de David Cronenberg (1986) o El Teniente Corrupto de Werner Herzog (2009), filmes que han sabido reinventar la premisa original y no solo se limitan a ejercer un ejercicio de facturación puramente mercantilista de consumo rápido cual hamburguesa de McDonalds para ganar millones de dólares de manera fácil.

Es por este motivo que cuando me entere que se avistaba la nueva versión de Fright Night (La Noche del Miedo) pues supuse que la cosa no podía salir nada bien, y ahora después de haberla visto en formato bluray (no iba a pagar por verla en el cine, jajaja) las impresiones que su servidor tiene sobre esta son bastante paradójicas, ya que por una parte creo que el film de Craig Gillespie (realizador que ha trabajado más en televisión) tenía mucho potencial para convertirse en una legítima cinta de vampiros (sobre todo con ese portentoso inicio), mas sin embargo a los involucrados les tembló en demasía la mano y optaron por un guión que si bien contiene ciertas dosis de irreverencia, al final no deja de percibirse algo genérico, absurdo y políticamente correcto.

La cinta comienza mostrándonos con una toma nocturna aérea, un tranquilo complejo habitacional a las afueras de la ciudad de Las Vegas (de esos donde el gringo promedio sueña con habitar, donde las casas son amplias y sin bardas que delimiten propiedades), instantes después nos sumergimos a una de las casas donde un chico corre despavorido por los pasillos de la misma para evadir a alguien que lo persigue escondiéndose debajo de la cama de sus padres, mientras podemos avistar los cuerpos inertes de estos bañados en sangre. Acto seguido el joven perece al igual que sus progenitores por algo o alguien que definitivamente no es humano. Tiempo después conocemos a Charlie Brewster (Anton Yelchin) un adolescente que vive en el mismo suburbio, el cual se encuentra inmerso en una relación con los chicos cool de la escuela por lo cual ha olvidado a su viejo amigo Ed (Christopher Mintz-Plasse) un nerd con el cual compartía infinidad de gustos.

Sin embargo cuando Ed (Mintz-Plasse) le comenta a Charlie (Yelchin) que otro de sus amigos ha desaparecido y quiere que investiguen (por que sospecha que en el vecindario se encuentra un vampiro) Charlie lo manda a volar por que cree que estos argumentos son absurdos, de un sujeto que no quiere madurar y sigue creyendo en  historias de la niñez; trágicamente el buen Ed decide indagar por su cuenta y se encuentra  cara a cara con Jerry Danridge (Collin Farrell), el nuevo vecino de la calle el cual resulta ser un vampiro de verdad. Como podrán suponer este termina por cargarse al chico más sin embargo no lo mata si no que lo convierte en su súbdito. Tiempo después y cuando Charlie se da cuenta que también Ed ha desaparecido decide indagar y comienza a sospechar que su nuevo vecino de a lado, el viril Jerry (Farrell), de verdad es un vampiro, sobre todo cuando el chico comienza a espiarlo en actividades turbias (como que chicas que entran a su hogar ya no salen o se oyen gritos dentro de la misma) por lo cual el mencionado chupa sangre al quedar expuesto en su identidad y motivaciones decidirá acabar con el chico, la madre de este (Tony Collete) y su novia  Amy (Imogen Poots) de una vez por todas. Por lo cual nuestro atolondrado protagónico deberá conseguir ayuda para vencer a las fuerzas del mal encontrando en un ególatra y fraudulento Peter Vincent (David Tennant) su única esperanza, esto por que dicho sujeto es supuestamente un experto cazador de vampiros, o al menos a si lo parece en su espectáculo de ilusionismo que presenta todas las noches en uno de los complejos más concurridos de la ciudad de Las Vegas.

Ahora si, pasando al análisis del film ¿pues que puedo decir?, ¿acaso es una mierda? Pues no llega a tanto pero creo que comparándola con su contraparte original esta sale debiendo en demasía, sobre todo por la incapacidad de un guión que no tiene las suficientes virtudes de contextualizar a sus personajes en un entorno actual haciendo que tanto estos como la propia historia se perciba anacrónica. Y es que si lo examinamos ni siquiera el discurso sobre paranoia (si es que existiera) concerniente a sentir inseguridad hacia las amenazas dentro de nuestro propio entorno (el vecino de al lado, el barrio, etc) se descubren legítimas, se perciben pueriles, azarosas y eso que este aspecto ya no es nuevo, ya que John Carpenter ya lo había hecho en Halloween treinta y tres años antes.

Pero dejando de lado el especto meramente discursivo y nos centramos en el diseño de personajes aquí el film de Gillespie también cojea, el Charlie Brewster de Yelchin es antipático para con el espectador, sus motivaciones nos importan un cojón pues no deja de ser un simple arquetipo (el chico listo que quiere ser aceptado por el maistream del colegio), aquí Charlie ni siquiera es aficionado al programa Fright Night o a su protagonista como en el film de Tom Holland, aspecto que no era gratuito y significaba un punto vital para que la historia avanzara coherentemente, por lo cual en esta se percibe forzado  el encuentro entre ambos personajes, de ahí que cuando Charlie le pide ayuda a Peter Vincent esto apesta a rancio.

Pero lo peor no es esto, donde el film definitivamente la lastra completamente es en el diseño psicológico de Peter Vincent (David Tennant), el cual encarna el personaje menos afortunado para desgracia del film (y de los que conocemos la obra original) pues en la cinta de 1985 este tomaba mayor relevancia ya que funcionaba como un claro guiño a la cinefilia de aquel cine de horror inglés que facturaba la casa productora Hammer, no es casualidad que el nombre de dicho personaje sea una clara referencia a histriones tan distinguidos como lo son su eminencia Vincent Price y Peter Cushing. Por tal motivo nuestro renovado Peter Vincent (más parecido a Chris Angel) se percibe de nueva cuenta bastante fuera de tiempo, sin profundidad psicológica (aun y cuando se esboza casi al final de la trama un lúgubre pasado con Jerry), por lo cual no logra aportar ese peso en la trama que necesitaba el film y pasa sin pena ni gloria. Ahora bien, las féminas en turno no dejan de ser simples accesorios de usar y tirar, por ejemplo es una pena que Tony Collette tenga un papel tan lamentable y bastante genérico como la madre de Anton Yelchin, por lo cual está totalmente desperdiciada en su papel de MILF y su participación se percibe también metida con calzador.

Por otra parte Imogen Poots como Amy por lo menos no se descubre tan insoportable y más o menos tiene una participación decente en la trama, contrario al pequeño y rancio papel que desempeña Christopher Mintz-Plasse como el ayudante de Jerry. Eso si, si pudiera encontrar algún aspecto notable este sería la nueva encarnación del vampiro Jerry, pues Colin Farrell se ve cómodo como un hijo de puta cínico que solo busca saciar sus necesidades primarias de subsistencia a través de sus víctimas (por lo menos aquí se respeta la mitología del vampiro, ¿acaso era tan difícil?), es por esto que incluso no molesta (al menos a su servidor) que este nuevo Jerry este despojado de aquel aire de cierto romanticismo con el que contaba la interpretación de un Chris Sarandon en plan seductor (que por cierto aquí hace un pequeño cameo para los nostálgicos). Ahora bien la parte visual y plástica del film esta correctilla todo gracias a una eficaz, lúgubre y atmosférica fotografía que corre a cargo del español Javier Aguirresarobe (Los Otros 2001 o El Último Camino, 2009) el cual logra dotar de cierto ambiente mal sano a la misma; asi mismo el gore empleado aunque es mesurado se agradece, más sin embargo y debo insistir, las nuevas tecnologías digitales le restan mucho impacto a las imágenes y no logran esa fascinación visual que proyectaban los efectos clásicos con sangre artificial, prótesis de látex y la implementación de animatrónics (algo que jamás será ni siquiera igualado por ordenador).

Ya casi para finalizar acotare que la labor del director no deja de ser meramente correcta, pues aunque el ritmo es fluido en ocasiones es inevitable no advertir ciertas arbitrariedades narrativas que se perciben demasiado abruptas. Asi mismo otro de los inconvenientes es que no se percibe un peligro real, el manejo de tensión se queda a medio gas (solo podría resaltar la secuencia de la autopista donde la familia Brewster trata de huir de Jerry o el portentoso inicio del film) y el humor empleado en ocasiones se divisa algo forzado (incluso su servidor percibió la broma a la saga Crepúsculo un tanto embustera), por lo cual si bien el film se deja ver de alguna manera se antoja un tanto decepcionante. Supongo que el respetable se preguntara ¿que por que tanta maldita comparación? Pues creo que en este caso si aplica dicha cotejo, ya que si los responsables de este proyecto han osado “reinventar” una obra ya existente creo que es inevitable dicho ejercicio para darle el valor intrínseco a la misma.

Asi que para cerrar estas disertaciones diré que Noche del Miedo (2011) es un film blando y poco original el cual en cierta forma es una pérdida de tiempo (aun y cuando esta no llega a ser un fiasco) pues su contraparte original es por mucho mejor tanto en fondo como en forma. Recomendada solo para incondicionales de Collin Farrell.