sábado, 9 de junio de 2012

LA PIEL QUE HABITO de Pedro Almodóvar

TÍTULO ORIGINAL: La Piel Que Habito
AÑO: 2011
DURACIÓN: 117 min.
PAÍS: España
DIRECTOR: Pedro Almodóvar
GUIÓN: Pedro Almodóvar (Novela: Thierry Jonquet)
MUSICA: Alberto Iglesias
FOTOGRAFÍA: José Luis Alcaine
REPARTO: Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, Jan Cornet, Blanca Suárez, Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Roberto Álamo, José Luis Gómez, Fernando Cayo, Susi Sánchez
PRODUCTORA: El Deseo S.A.
GÉNERO: Thriller. Drama.

El ser humano es un ente en demasía complejo, un individuo que se ha distinguido de las otras razas por contar con particularidades muy propias como gozar de emociones (odio, amor, empatia, etc) y por supuesto por estar dotado de inteligencia; desgraciadamente en muchos de los casos este último aspecto (la razón) choca de manera fortuita con las emociones (o viceversa) provocando un caos existencial en el sujeto quien en aras de volver a encontrar ese equilibrio que le siga permitiendo coexistir en este plano terrenal puede llegar a desarrollar algún tipo de neurosis (dolor emocional excesivo), cuando no se halla dicha reconciliación. De ahí que el hombre cometa actos de gran perversidad o barbarie, desde un simple crimen pasional hasta la gestación de una guerra mundial (no es broma).

Pues bueno como los seguidores del director español sabrán la mayoria de su obra explora esos pathos del ser humano como son los desamores, infortunios y demás aspectos intrínsecos desde la perspectiva del universo femenino en la mayoría de los casos, claro siempre encontrando en diversos géneros como la tragicomedia, el melodrama e incluso el noir el vehículo para proyectar dichas inquietudes. De ahí que este último trabajo llamado La Piel que habito resulte una estimulante sorpresa para su servidor al descubrir que Almodóvar sale un poco de los terrenos que ya conoce para embarcarse en un género que no había explorado como es el del horror. Y es que cuando uno visiona La Piel que habito descubre una obra que por momentos recuerda cintas como Re-Animator (Stuart Gordon, 1985), El Gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene, 1920), Frankenstein (James Wale, 1939), El Fantasma de la Opera (Rupert Julian, 1925) o incluso El Abominable Dr. Phibes (Robert Guest, 1971), por supuesto no en forma pero si en fondo, pues las motivaciones del Dr. Robert Ledgard (Antonio Banderas) son tan legítimas como las de cualquier mad doctor que nos haya regalado durante años cintas como las mencionadas anteriormente.


La historia es la siguiente, Robert Ledgard (Banderas) es un eminente cirujano plástico que ha dedicado años de investigación para la creación de nueva piel humana (transgénica) motivado en gran parte a un accidente que provoco que su mujer sufriera infinidad de quemaduras en toda su humanidad (cabe hacer mención que detrás del accidente se encuentra un secreto bastante oscuro) por lo cual se ha obsesionado en encontrar la formula perfecta para realizar dicho descubrimiento, claro que todos estos experimentos que realiza Ledgard en su laboratorio particular son ilícitos pues conllevan  cierta falta de ética sobre todo cuando tiene en contra de su voluntad a Vera (Elena Anaya), la mujer que ha sido su objeto del deseo para realizar dichos experimentos. Por supuesto Robert tiene como aliada a Marilia (Marisa Paredes) quien funge como una especie de madre  pues lo ha cuidado desde que era un crió y en esta etapa de su vida lo protege al resguardar sus secretos profesionales al tiempo que cuida que Vera no escape de su cautiverio.

Y desgraciadamente mis respetables lectores es todo lo que puede decir de la trama de este perverso e inteligente puzzle que Almodóvar teje con gran maestría, y es que si contará más sobre la trama seguramente les echaría a perder la sorpresa que nos tiene guardada el realizador manchego a través de un guión lleno de sorpresas y un contundente twist a la mitad del film que pone los pelos de punta. Y es que aunque como he mencionado anteriormente La Piel que habito encaja perfectamente en el género de horror, es su discurso sociopolítico lo que la vuelve tan perturbadora pues este ahonda en los procesos de despersonalización que sufre el individuo, no de manera inconsciente como sucede con las nuevas tecnologías como el facebook y demás redes sociales donde el sujeto se mimetiza a niveles cuasi enfermizos desarrollando realidades y/o personalidades alternas (creo que este fenómeno se presta para abordarlo en otro momento). Sin embargo aquí el realizador español nos plantea de manera más cruda e irrebatible dicho fenómeno de disociación basado un poco en las teorías del psicólogo neocelandés John Money, que dicho sea de paso nos recuerda a un Cronenberg en sus inicios y esa lucha constante de la mente con el cuerpo.

Por tal motivo el gran mérito de la cinta de Almodóvar es la seguridad con que este amarra un guión en demasía complejo, logrando incluso llevarlo de la perversión más insolente (la cirugía de Vicente interpretado de manera inconmensurable por Jan Cornet) hasta el paroxismo más extremo (esa vinculación entre Robert Ledgard y Vera es el punto más torcido de la trama) por lo cual aquellos aspectos narrativos que por momentos pudieran tornarse ridículos como cuando irrumpe en escena aquel extravagante personaje ataviado con un traje de tigre ¡¿?!, son resueltos con ingenio y perspicacia como solo Pedro Almodóvar sabe hacerlo. Por supuesto mucha de la credibilidad que la cinta adquiere se debe a las portentosas actuaciones del reparto, y es que si lo analizamos el personaje que interpreta Antonio Banderas se descubre en demasía complejo gracias a un compendio de pathos que lo mantienen dentro de un entorno real por lo cual hay que acotar que la actuación de este es encomiable (pasado ominoso y perturbador).

Por otra parte Elena Anaya como Vera logra dotar de ese aire inescudriñable y misterio a su personaje el cual encaja a la perfección con aquellas protagonistas femeninas de la filmografía del realizador español, por lo cual descubriremos sus verdaderas motivaciones solo hasta el último tercio del film, logrando a su vez que el suspense de mantenga desde el arranque de la misma hasta su conclusión. Empero quien quiza se lleva la cinta es sin lugar a dudas el joven actor Jan Cornet como Vicente, ya que este en verdad se “mete en la piel” de su atormentado personaje logrando que todas las piezas encajen a la perfección para que el relato funcione de manera loable. Finalmente Marisa Paredes (que desde el humilde punto de vista de un servidor esta un tanto desaprovechada) resuelve con soltura un personaje no muy complejo y redondea el casting de buenos actores.

Ahora en lo referente al apartado visual debo decir que la puesta en escena esta milimétricamente cuidada, la fotografía preciosista con tonos fríos y la composición de los planos nos denotan un film vanguardista (un poco más minimalista en comparación a otras obras del director), la música se percibe como otro personaje más y por supuesto me atrevería a decir que tal vez este filme sea el trabajo más cuidado visualmente por parte del director manchego, aunque desde Hable con Ella (2002) se notaban ciertas inquietudes estilísticas que remitían a una puesta en escena más sofisticada. Ya para finalizar diré que usted amigo lector no debe perderse por ningún motivo esta excelsa cinta la cual combina de manera eficaz amor, desencuentros, horror y hasta surrealismo, todo en dosis perfectas que hacen que este último trabajo del maestro Almodóvar se descubra como ese viaje perverso a los rincones mas oscuros del ser humano.



 

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