viernes, 2 de agosto de 2013

LOS TRES ENTIERROS DE MELQUIADES ESTRADA de Tommy Lee Jones

Título original: The Three Burials of Melquíades Estrada
Año: 2005
Duración: 121 min.
País: Estados Unidos
Director: Tommy Lee Jones Guión: Guillermo Arriaga
Música: Marco Beltrani Fotografía: Chris Mengues
Reparto: Tommy Lee Jones, Barry Pepper, Julio César Cedillo, January Jones, Dwight Yoakam, Levon Helm, Melissa Leo, Vanessa Bauche, Cecilia Suárez, Ignacio Guadalupe, Guillermo Arriaga, Mel Rodríguez, Gustavo Sánchez Parra, Maya Zapata
Productora: Coproducción USA-Francia: distribuida por Sony Pictures Classics
Género: Drama.


Desde aquella entretenida cinta de acción (con tintes cutres por supuesto) protagonizada por Steven Seagal en el epítome de su carrera llamada Alerta Máxima (Andrew Davis, 1992), pasando por la efectiva y no menos entretenida El Fugitivo (también de Davis del mismo año), Tommy Lee Jones ha sabido dejar su huella como actor de reparto, aspecto que no parece incomodarle si tomamos en cuenta que este muchas de las veces logra robar el protagonismo con grandes actuaciones como sucediera en la ya mencionada El Fugitivo o en filmes como Asesinos por Naturaleza (Oliver Stone, 1994) donde su soez interpretación no desentonaba para nada con el incisivo material que llevaba Stone frente a pantalla. Incluso Lee Jones es ese factor positivo para que su servidor soporte el visionado de cintas como la trilogía de Hombres de Negro (1997-2012) anulando por completo al infumable Will Smith, sin embargo donde sí se encuentra bastante pasado de rosca es en la nefasta Batman Forever de Joel Schumacher (1995), donde incluso Jones logra ser castrante, pero bueno que podemos decir si dicho film es abominable por donde quiera que se le mire.

De ahí que el salto de Lee Jones como realizador tal vez no sea del todo extraño si tomamos en cuenta la vasta experiencia del histrión, sin embargo lo que sí es de sorprender (al menos para un servidor) y de manera muy positiva es descubrir que la ópera prima de Jones es una cinta bastante bien lograda, puesto que la labor de este detrás de cámaras imprime en la cinta un estilo bastante particular, logrando embellecer la atinada historia de Guillermo Arriaga (quien de nuevo usa la narración fragmentada para contar otra historia de redención), la cual como ya es costumbre nos presenta aspectos como el amor, la amistad, la violencia, el destino, etc. temas tan universales con los cuales el espectador podrá identificarse, incluso la mayor virtud de Los Tres Entierros de Melquiades Estrada es que este se presenta como un neo western, pues esto abre las posibilidades de centrarnos cien por ciento en sus personajes y sus phatos. De ahí que su servidor tenía desde hace un buen tiempo las ganas de escribir sobre esta cinta, pues considera que esta no debe pasar desapercibida, incluso a cada revisión esta sigue mostrando más esas virtudes que la hacen una cinta indispensable para aquel que goce de buen cine.

La historia es la siguiente, Pete Perkins (Tommy Lee Jones) es un vaquero que vive apaciblemente en el estado de Texas trabajando en un gran rancho donde se hace cargo del ganado de un importante empresario, Pete es algo hosco y recio, solo el amor de Rachel (Melissa Leo) una mesera de la cafetería que suele visitar con frecuencia saca su parte sensible, empero su amor es un afecto coartado ya que Rachel es la esposa del dueño del restaurant, por lo cual los encuentros carnales que sostienen de vez en vez en algún motel de la cuidad suponen para Pete esa conexión emocional con otro ser humano. Total que cierto día nuestro torvo protagónico conoce a Melquiades Estrada (Julio Cedillo) un indocumentado mexicano que cruza la frontera para encontrar un mejor futuro para su familia, al cual decide brindarle trabajo. Y es con el paso del tiempo es que nace una gran amistad entre Pete y Melquiades, ambos hombres comparten sus experiencias culturales, sus anhelos y sus sueños rotos, de ahí que un gran lazo emocional logra unirlos.
 
Desgraciadamente cierto día cuando Melquiades se encontraba en su casa (la cual colindaba con la frontera con México) tratando de ahuyentar a algunos animales de rapiña del desierto con su rifle para cuidar de su pequeño ganado, un oficial de la patrulla fronteriza norteamericana al escuchar los disparos abre fuego en dirección del hogar de Melquiades, y accidentalmente lo mata. Es por este motivo que el oficial Mike Norton (Barry Pepper) recién llegado a la ciudad, trata de ocultar el accidente haciendo parecer el evento como una acción de defensa personal y el caso es cerrado. Sin embargo el suceso no lo deja tranquilo y el oficial Norton comienza a desquiciarse, tornado su vida personal en un infierno, aspectos que se acentúan más cuando Pete comience a indagar las verdaderas causas de la muerte de su amigo. De ahí que cuando Pete descubra la verdad no descansara hasta cumplir la promesa que hizo a su amigo y lo llevara de vuelta a México para darle santa sepultura, aun y cuando esto signifique cruzar la frontera al país con un cadáver y de manera ilegal.
 
Como el respetable podrá leer la premisa se antoja interesante, pero lo realmente estimulante es descubrir la manera en que Tommy Lee Jones descifra el por momentos enmarañado guion por el que Arriaga vuelve a apostar en la implementación de un estilo narrativo fragmentado, el cual de verdad a un servidor no le desagrada y mucho menos lo encuentra cansino si se haya sustancia en el mismo. Cosa que aquí sucede, y es que ese aire lacónico con el cual Jones imprime su cinta, que va desde su sobria interpretación, pasando por la no menos efectiva fotografía de Chris Mengues (Negocios Entrañables, 2002) y la entrañable música del ecléctico Marco Beltrami (la cual de verdad se vuelve un personaje más en ciertos pasajes del filme) logran un film con personalidad propia, de ahí  y como comentaba en un inicio, el hecho que Jones haya situado a sus personajes en un entorno hostil como es la naturaleza del western, y aunque ahora no encontremos pistoleros que desean hacer de la anarquía su modus vivendi, ni hallemos doncellas en peligro, si convergen en esta íntima historia personajes quebrados emocionalmente ávidos
de redención; sujetos que figuran como esos símbolos universales que caracterizan al ser humano, como se ha demostrado en el género del western a través de los años.
 
No es casualidad que el viaje físico que realiza el trío protagónico conformado por Pete, Mike y el cuerpo putrefacto de Melquiades a través del desierto, se vuelva un verdadero recorrido existencial por parte de sus personajes a los rincones más lúgubres de sus propias existencias, donde los dos primeros han de purgar sus pecados más intrínsecos, donde descubrirán también la bondad que ahonda en sus interiores, y tal vez por qué no, donde encontraran su verdadero destino. Incluso hay momentos en los cuales el relato se torna bastante lírico, todo gracias a la honestidad con que la historia está siendo contada, por ejemplo escenas como cuando el recio de Tommy Lee Jones limpia el cuerpo inerte de su amigo mientras habla con él y llora su perdida, podría resultar bastante ridículo y descontextualizada, empero el guión esta tan bien armado que estos pasajes resultan emotivos, al tiempo que es innegable también encontrar un sórdido humor negro. 
 
Por otra parte y reafirmando lo dicho con anterioridad, la cinta funciona porque no hay maniqueísmos emocionales en la relación de amistad entre Pete y Melquiades, incluso el hecho de mostrar al personaje del patrullero fronterizo como un sujeto quebrado a nivel emocional (ver la escena sexual que sostiene con su esposa en la cocina de su remolque es prueba fehaciente de esto) ahonda en sus rasgos humanos, por lo cual con forme avanza la trama descubrimos que también es una víctima de su propio entorno, así que no encontraremos buenos ni malos, solo gente más jodida que otra. Así mismo el hecho que la historia este contada con el recurso del flashfoward, además de ser un estilo, también funciona como un artilugio bien empleado que logra mantener de manera solvente el mcguffin hasta la vuelta de tuerca final que develara la verdadera naturaleza del relato. 
 
Por supuesto las subtramas de los personajes periféricos que apoyan a los protagónicos cuentan con motivaciones, vida propia, por lo cual lejos de ser simples anécdotas en una historia, estos logran abonar a la misma (la chica de pueblo con aspiraciones más grandes que las de ser la reina de su baile de graduación, la mujer casada con emociones por descubrir, pero que la costumbre le impide tomar el verdadero amor, etc.), de ahí que la primera cinta como director de Tommy Lee Jones sea bastante redonda; y claro la dirección de actores por parte de este también es encomiable y logra sacar de su equipo actoral interpretaciones a la altura del relato. Así que si usted aún no ha visto Los tres Entierros de Melquiades Estrada no lo piense más y revísela pues le aseguro que no se arrepentirá.

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